Año CXXXV
 Nº 49.640
Rosario,
miércoles  23 de
octubre de 2002
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Venezuela, ante otra rebelión militar que reclama la renuncia de Chávez
Hay catorce altos oficiales involucrados. Muchos estaban procesados. El gobierno minimizó el episodio

Caracas. - Catorce altos oficiales de las diversas ramas de las fuerzas armadas venezolanas se declararon ayer en rebeldía contra el gobierno de Hugo Chávez y reclamaron su renuncia, acusándolo de querer instaurar un régimen "totalitario castrista". Los militares -generales, coroneles y almirantes- leyeron un mensaje llamando a la rebelión por una cadena de todas las televisoras privadas y declararon "territorio liberado" una plaza ubicada en el este de Caracas, donde se concentraban anoche centenares de simpatizantes de los alzados. El vicepresidente, José Vicente Rangel, aseguró que el gobierno "tomará medidas en las próximas horas", al tiempo que aseguraba que "no pasa absolutamente nada". También aseguró que la OEA emitió un documento en apoyo al gobierno de Hugo Chávez.
El grupo de oficiales, en ejercicio pero sin mando de tropa, está en su mayoría bajo proceso ante la justicia militar por su participación en el frustrado golpe del 11-12 de abril pasado. El de ayer ha sido el mayor pronunciamiento militar contra el presidente de Venezuela desde aquella fecha.
La respuesta oficial al nuevo desafío militar tardó llamativamente en llegar. El vicepresidente, José Vicente Rangel, repudió la rebelión y recordó que se trata de oficiales involucrados en el golpe de abril, y en similar línea se pronunciaron congresistas oficialistas. "Son los mismos golpistas que luego huyeron cobardemente", ante el fracaso de la asonada aseguró Rangel. "Nos hemos comunicado con todas las guarniciones y con todas las ramas de las FFAA y nos han asegurado su lealtad. Armada, Fuerza Aérea, Ejército y Guardia Nacional rechazan la actitud de estos militares", aseguró Rangel a la cadena CNN.
El vicepresidente de Chávez aseveró que "no habrá represión y que el país está absolutamente tranquilo", pero acto seguido indicó que el gobierno tomaría las medidas pertinentes en "las próximas horas, con calma, cubriendo los extremos legales", para que los alzados sean sometidos a proceso. "Aquí no está pasando absolutamente nada", afirmó tajante. También informó que el presidente Chávez se hallaba en el palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo. Al ser consultado sobre las denuncias que hicieran los alzados sobre "brutal corrupción en el gobierno", replicó que si es así muchos de ellos "que han estado actuando en esas posiciones como el general Rosendo, que fue jefe del Plan Bolívar 2000", también estarían implicados. Sin embargo, el general Manuel Antonio Rosendo no participó en el pronunciamiento. El Plan Bolívar 2000, implementado por Chávez, se ha visto opacado por fuertes sospechas de corrupción.
"Nos declaramos en desobediencia y convocamos al pueblo venezolano a respaldar esta medida, y llamamos a la tropa, suboficiales, cadetes, oficiales subalternos, oficiales y almirantes a sumarse a esta acción", manifestó el portavoz de los militares, general Enrique Medina Gómez. El vocero de los oficiales dijo que su pronunciamiento se ampara en el artículo 350 de la Constitución Nacional. Entre los militares se encuentran el vicealmirante Héctor Ramírez Pérez y el general de brigada Néstor González González. Los militares señalaron que no permitirán la ejecución de un golpe de Estado ni de un autogolpe por parte del gobierno de Hugo Chávez y que actuarán "en garantía de la Constitución y las leyes venezolanas".
Los rebeldes manifestaron su apoyo a las peticiones que en repetidas ocasiones ha expresado gran parte de la población civil en exigencia de la renuncia del presidente y la "relegitimación de los poderes del Estado". También acusaron al gobierno de "acabar con el aparato productivo nacional, incentivar el desempleo, crear lazos con grupos guerrilleros y Estados terroristas".
El grupo de oficiales remarcó que Chávez ha politizado las filas militares para liquidarlas y sustituirlas por los llamados Círculos Bolivarianos, grupos que para los oficiales constituyen "fuerzas paramilitares".
También acusan a Chávez, que ganó las elecciones de 1998 seis años después de liderar un fallido golpe, de haber dividido al país y de haber sembrado el odio con su discurso "descalificador, prepotente, grosero y autoritario".

Territorio liberado
El grupo de oficiales convocó a la tropa y a la civilidad "a que se presenten en la plaza Altamira (al este de Caracas, la zona de clase alta y media alta de la capital), la cual declaramos desde ahora territorio liberado de la FAN institucional". Centenares de civiles se veían en la citada plaza en imágenes de la televisora opositora Globovisión. Un joven capitán de la Guardia Nacional se presentó en el lugar para adherirse a la rebelión. Se trató del primer oficial en sumarse al llamado de los rebeldes.
La declaración de rebeldía fue difundida un día después del paro cívico nacional de 12 horas que reclamó la renuncia de Chávez. La protesta culminó con un llamado opositor para juntar firmas que se presentarán el 4 de noviembre a la autoridad electoral para que se convoque a un referéndum consultivo, cuyos resultados, según la Constitución, no son vinculantes.
Anoche, en la plaza Altamira, el general González González fue el primero en hablar ante la multitud congregada. "Cuando despierten quienes permanecen inermes y sin tomar partido ante esta crítica situación será muy tarde, habrán perdido todo lo que son, no tendrán esperanzas ni futuro y ya estarán sumergidos en la Cuba venezolana", dijo. Instó a no permanecer ajenos a lo que considera la destrucción de los valores y principios que rigen a la Fuerza Armada Nacional. El general aseguró que se viola la soberanía del país permitiendo que agentes extranjeros de Cuba, Irak, Irán y Libia formen parte del entorno del presidente Hugo Chávez "para atentar contra los venezolanos por oponerse a la implantación de un régimen totalitario castrista".
Según diarios venezolanos, anoche se congregaban manifestaciones opositoras en las ciudades de Valencia (segunda del país), Táchira y Maracaibo.
Los diputados oficialistas, quienes se encontraban en sesión ordinaria de la Asamblea Nacional, desestimaron el pronunciamiento. El presidente de la Asamblea Nacional, Willian Lara, dijo estar convencido que el pronunciamiento de los militares es un hecho aislado y que no responde al sentir de la Fuerza Armada Nacional. Agregó que al oficialismo no le cayó por sorpresa la declaración ya que tenían conocimiento de los planes. La diputada Cilia Flores aseguró que lo ocurrido representa la segunda fase de un plan golpista que fue abortado oportunamente por los organismos de seguridad del Estado la semana pasada y develado por el presidente Chávez. El presidente de la Asamblea señaló que el pronunciamiento rompe con uno de los preceptos de la carta de principios suscrita entre el gobierno y sectores de la oposición con la comisión de la Organización Estados Americanos, el Centro Carter y la ONU. Reiteró el hecho de que son los militares procesados que se "dejaron encantar con los cantos de sirenas del golpismo" e indicó que estás manifestaciones representan "los últimos cartuchos insurreccionales" en la FAN.



Los catorce oficiales durante el pronunciamieto.
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