Año CXXXV
 Nº 49.640
Rosario,
miércoles  23 de
octubre de 2002
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El país trasandino se llevaba el 30% de las exportaciones antes de la aftosa
Los frigoríficos locales se lanzan a reconquistar el mercado chileno
Estiman que podrán entrar recién en dos meses. Deberán desplazar a los brasileños, en base a precios

Sandra Cicaré / La Capital

Los frigoríficos argentinos se lanzarán a la ofensiva para reconquistar el mercado chileno, uno de los más importantes luego de la Unión Europea. Los adversarios a desplazar son los brasileños, que se adueñaron de la plaza trasandina aprovechando la veda de más de dos años que sufrieron los productos locales como consecuencia de la crisis de la aftosa. Para ello, están dispuestos a invertir, reducir márgenes y desatar una guerra de precios.
Antes del cierre de las fronteras chilenas a los productos cárnicos argentinos a raíz de la crisis de la aftosa, el vecino país representaba el 30 por ciento de las exportaciones de carnes frescas de la Argentina.
Por otra parte, este mercado constituye una excelente oportunidad para la industria frigorífica, porque demanda cortes complementarios a los que se exportan a la UE.
La reanudación del comercio entre ambos países no será inmediata. De aquí en más se abre un período en el cual el gobierno chileno deberá encarar un proceso de habilitación de plantas y tipificación sobre las carnes exportables.
El presidente de la La Asociación de la Industria Argentina de la Carne (Aiac), Héctor Salamanco, reveló que quedan muy pocos frigoríficos habilitados para la exportación hacia el mercado chileno. Antes del cierre de las fronteras, 25 plantas estaban en condiciones de comercializar con ese país.
Este tiempo de reacomodamiento normativo representará un desafío y una oportunidad para la industria, en la que cada empresa definirá sus estrategias de negocios y la forma de recuperar un mercado perdido por casi dos años.

Un mercado peleado
Los titulares de frigoríficos exportadores consultados por La Capital -todas firmas con plantas en la provincia de Santa Fe- coinciden en que la Argentina está en condiciones de salir a pelear ese mercado, fundamentalmente con Brasil, que es el principal proveedor de carnes a Chile, aunque algunos tienen sus reservas sobre el tema y creen que los altos precios de la hacienda de exportación en el mercado interno no ubican al país en niveles de competitividad.
Pese a eso, reconocen que todo mercado representa mayores alternativas de colocación de sus productos en el exterior. Mucho más al tener en cuenta que hace dos años se colocaban en Chile entre 30 y 40 mil toneladas anuales, unos u$s 70 millones.
"Es una excelente noticia, en la medida que se abran nuevos mercados existen mayores opciones de colocación de productos y posibilidades de integrar mejor la media res", explicó Alejandro Fried, del Swift.
Recordó que la Argentina llegó a tener una posición relativamente importante en las importaciones de carne a Chile, compitiendo sin problemas con Paraguay, Uruguay y Brasil.
De todos modos, aclaró que la empresa tiene ideada una estrategia particular para atender ese mercado, que más allá de abastecer con los cortes genéricos, busca atender a un segmento de consumo más alto (ABC1) con carne envasada al vacío de la marca Cabaña Las Lilas, que recientemente adquirió (ver aparte).
Los directivos del frigorífico Friar manifestaron que tienen la "llama en piloto" en referencia a su contacto con el país trasandino. La compañía tiene una oficina comercial en Santiago y, en su momento, llegó a abastecer el 30% del mercado chileno. Hugo Correnti, director de Friar señaló: "Conocemos muy bien esta plaza".

A la caza de competidores
Correnti reconoció que "habrá que empezar a desplazar gente", en directa alusión a la industria de Brasil que es el principal abastecedor de carnes a Chile.
La misma teoría sostuvo el director del frigorífico Quickfood, Miguel Gorelik, quien señaló que "no va a ser fácil volver inmediatamente a cubrir los nichos de mercado que antes atendía la Argentina" y que hoy ocupan Brasil y Paraguay. Con lo cual "habrá que desplazarlos, tal como ocurrió en Europa" cuando se abrió ese mercado de carnes para la Argentina.
Gorelik indicó que la reconquista del mercado europeo resultó costosa ya que "hubo que bajar precios y aumentar costos en recursos y esfuerzos para estar presentes".
Quickfood es, desde hace más de seis años, líder en el mercado chileno de hamburguesas con su marca Paty. El directivo estimó que la cercanía de una de sus plantas con el país vecino (en Villa Mercedes, San Luis) le suma ventajas competitivas ante este mercado.
Chile es un tradicional demandante de cortes delanteros (aguja, paleta, marucha, etcétera) que son los de menor precio y calidad. Por esa razón, si bien esto representa un mercado complementario a las exportaciones de la Argentina hacia la UE, también implica un desafío en materia de precios, ya que la calidad en este caso no es lo que cuenta.
"No creo que haya problemas para competir con el resto de los países", dijo Fried al respecto. Correnti, de Friar, coincidió: "Chile compra más caro de lo que Argentina vende actualmente". Distinta es la apreciación de Gorelik, quien apuntó que "a partir del fuerte aumento de la hacienda desde julio no estamos con el nivel de competitividad del primer semestre".
Más allá de los atenuantes, todos los empresarios manifestaron estar interesados por la oportunidad de negocios que se abre, a la que se suma la apertura del mercado de Rusia para las carnes argentinas.
A partir de esto, cada empresa comenzará a hacer sus apuestas. Todas conscientes de que Chile era uno de los mercados más ansiados por su volumen y la exigencia que siempre planteó ante los importadores.



La industria esperan épocas de vacas gordas.
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