El conductor de un ómnibus fue asesinado de un balazo en el pecho en la ciudad norteamericana de Maryland, con lo que, al parecer, se convirtió en la décima víctima fatal del misterioso francotirador, quien además envió un mensaje en el que amenaza con matar a niños. Fuentes policiales confirmaron que esperaban las pericias balísticas para intentar establecer si el chofer Conrad Johnson, de 35 años, fue víctima del asesino múltiple que mantiene aterrorizada a la capital estadounidense y sus alrededores.
"Vuestros hijos no están seguros, da igual dónde y cuándo", fue el mensaje que dejó el francotirador en uno de los lugares donde se perpetraron los ataques, según confirmó el jefe de la investigación policial, Charles Moose, del distrito de Montgomery. La presunta nueva víctima fue alcanzada por un balazo en el tórax en Maryland y fue trasladada de inmediato a un centro asistencial en los suburbios de Washington, pero pocas horas después los voceros policiales confirmaron que el chofer, que tenía dos hijos, había muerto.
Según los voceros, el hombre fue alcanzado por un balazo en el abdomen cuando estaba en el escalón superior de su vehículo, pocos minutos antes de las 6, hora de EEUU (7 de Argentina).
De inmediato, las autoridades de seguridad montaron un gran operativo para intentar localizar al asesino múltiple. Agentes protegidos con chalecos antibalas instalaron puestos de bloqueo en las rutas aledañas e inspeccionaron prácticamente a todos los conductores varones que circulaban por la zona, deteniéndose especialmente en camionetas y furgonetas.
Desorientados
Sin embargo, el francotirador logró nuevamente burlar el cerco y el jefe policial Moose volvió a admitir su preocupación por el caso. "No podemos garantizar la seguridad de nadie, en este momento, en esta región. Seguimos preocupados por la seguridad de los habitantes, ya que el asesino mató a personas de todas las razas, edades y ocupaciones, golpeó en lugares, horarios y situaciones diversas", dijo.
Con el chofer atacado ayer, y si se confirma lo que todos presumen, ya suman diez las personas asesinadas por el francotirador, mientras que de las otras tres que resultaron heridas, dos siguen internadas. Ayer, el capitán Moose había enviado un enigmático mensaje, aparentemente dirigido al francotirador, para que vuelva a comunicarse telefónicamente con las autoridades.
Sin embargo, la respuesta que recibió ayer la policía fue un nuevo asesinato, que justamente fue cometido a pocos kilómetros de otros cinco ataques del francotirador. Como en otras oportunidades, el francotirador volvió a golpear desde lejos y escondido en una zona boscosa, que está a decenas de metros de donde se encontraba el chofer del ómnibus.
Ayer las escuelas del condado de Montgomery, donde se encuentra la localidad de Silver Springs, permanecieron abiertas pero bajo las condiciones de alarma conocidas como "código azul", por las cuales los estudiantes no pueden salir del edificio durante los recreos.
Por su parte, el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que el presidente George W. Bush espera que el francotirador sea atrapado "lo más pronto posible". Fleischer agregó que Bush fue constantemente informado sobre el nuevo golpe del francotirador, y afirmó que "el corazón del presidente está con todas las personas afectadas" por el nuevo golpe del asesino serial. (Télam-SNI)