Después de arduas gestiones la Municipalidad logró la autorización para rescatar un mural del pintor Carlos Uriarte que está en el edificio del Pami I, Sarmiento al 400. Se trata en realidad de dos paneles pegados uno junto a otro sobre una pared del policlínico, pintados sobre 850 azulejos esmaltados. Simultáneamente, la Secretaría de Cultura iniciará esta semana un plan de restauración de 58 esculturas de bronce que se levantan en distintos espacios de la ciudad. Aquellas que no se puedan cercar serán reemplazadas por réplicas de cemento patinado. Y aunque las autoridades no lo dicen, se presume también que esta acción tiene por objeto preservar las estatuas del vandalismo.
El grupo de restauradores del municipio, encabezado por Marcelo Castaño, encaró las tareas en el Pami I. Los dos murales fueron clasificados y numerados pieza por pieza, a las que están cortando para retirarlas y volverlas a emplazar en un lugar público.
La obra del rosarino Uriarte es reconocida a nivel nacional. Fue integrante del Grupo Litoral y en 1962 ganó el premio Palanza, el más importante que se otorgaba por entonces en Argentina.
El responsable de Cultura, Marcelo Romeu, destacó que de ahora en más los rosarinos podrán admirar la obra del plástico. "No va hacer falta ser afiliado de Pami, para poder disfrutar de los murales de Uriarte", aseveró el funcionario. En el mismo sentido aclaró que la técnica muralista no fue corriente la producción del artista.
Romeu recordó que el municipio comenzó las gestiones para rescatar los murales en 1996, que se realizaron con todas las autoridades nacionales de la obra social de los pasivos que se fueron sucediendo. "Finalmente acordamos con las autoridades locales de Pami, rescatar y poner en un sitio público el mural", indicó Romeu.
Si bien aún no hay un sitio difinitivo para emplazar la obra en su totalidad, las autoridades municipales barajan alguna de las paredes del Museo Castagnino como un lugar posible para los murales.
En tanto, Castaño estimó que los azulejos estarán sacados en aproximadamente un mes. En el relevamiento que se hizo también figuran las piezas perdidas y reemplazadas por azulejos comunes. "Hay más de medio centenar de azulejos a los que hay que volver a pintar para completar los dibujos", explicó el profesional.
Esculturas de bronce
A su vez, los restauradores comenzarán a trabajar sobre las 58 esculturas de bronce erigidas en los diversos paseos públicos rosarinos. "Hace por lo menos 50 años que no se hacen trabajos específicos sobre esas obras", explicó Castaño. Se harán réplicas en cemento o polietileno con la misma pátina, por lo que quienes no son especialistas no percibirán la diferencia.
En primer lugar las obras se someterán a un riguroso trabajo de limpieza y luego se resoldarán las fisuras o las grietas que tengan. "Muchas veces las personas se apoyan sobre las estatuas y las van rompiendo, más allá de que también están sufriendo actos depredatorios", señaló Castaño.
Esta semana se intervendrá en las esculturas de las plazas Pringles, Amado Nervo y Levenson, entre otras. La tarea no tiene un cronograma cierto de finalización.
"Estos trabajos son lentos, requieren de un tiempo por cada material que se utiliza", explicó el profesional, para señalar que el equipo de restauradores está integrado por seis especialistas.
El plan comienza cuando el patrimonio escultórico de bronce está sujeto a depredación. Placas y bustos de metal han sido robados, por lo que no se descarta que también la intención sea resguardar las obras del vandalismo.
La Ciudad
