* Bien por Domíniguez. Si bien Zamora ya lo había probado en otras posiciones, Veira pretendió darle alas a Sebastián Domínguez. Lo puso en una posición clave como es la de volante central, donde el Bambino pide marca pero también juego, y estuvo bajo presión porque Ponzio parecía insustituible en ese lugar. Pero el Bambino se la jugó y le salió bien, porque el "Castalepra", como alguna vez lo definiera Castelli, fue el mejor del equipo. * No convenció lo de Ponzio. Es apresurado un partido para el análisis, pero quedó claro que Ponzio no le tomó la vuelta a volantear por derecha. Intentó, llegó al fondo pero no se sintió cómodo mandando centros. Hasta en los córners falló. ¿Se acostumbrará? * A estos los conozco. Vella y Liendo fueron colgados por Zamora después del clásico y reaparecieron con el nuevo técnico. A ambos se les notó la falta de ritmo futbolístico y sólo fueron alternativas ofensivas al principio, después se perdieron. El Tano tuvo al menos la intención permanente de forzar al rival y buscar asociarse con el impreciso Ponzio por derecha, mientras que Liendo, como lo preveía Veira según dijo luego, fue cambio cantado en el complemento. * Una nueva tendencia. Tanto Crosa como Passet exteriorizaron algo nuevo en este equipo: si no se puede ganar se empata, si no se puede jugar se revienta. El defensor no tuvo pruritos para sacársela de encima cuando había riesgo, aunque fuera a la tribuna, algo que nunca había ocurrido antes con él. En tanto, el arquero no tuvo empacho en demorar la salida lo que fuera necesario cuando el partido estaba en cero. Ambos marcaron una nueva tendencia.
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