"Tengo cierta autoridad moral para criticar a Chacho Alvarez porque me fui del Frente en el 94 diciendo lo que voy a decirle ahora: frente a las presiones del establishment (porque yo estoy absolutamente convencida de que Alvarez es un hombre honesto) el Frente Grande giró 180 grados. Y cuando tuvo la posibilidad de gobernar, no fue ni chicha ni limonada", apunta Argumedo. "Chacho quería luchar contra la corrupción de la clase política y de la Corte Suprema, pero acá la corrupción es la de los grupos financieros. Si Enron, Xerox, IBM, y tantísimas otras están siendo investigadas en Wall Street, acá se comportaron como el pirata Morgan. Chacho quería luchar contra la corrupción de los payasos pero no quería tocar a los dueños del circo. La crónica del Frepaso entre el 94 y el 2001 es la crónica de un fracaso anunciado". Y concluye: "Ni se ponían del lado de la oposición ni entraron en la lógica de la corporación política. Y entonces no tuvo lugar en el mundo. Cayeron en esta cosa patética de retirarse porque venía López Murphy, poniendo como condición para volver al gobierno que ingrese Cavallo".
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