El Ministerio de Economía envió ayer al Fondo Monetario Internacional (FMI) una serie de comentarios y correcciones al borrador de carta de intención propuesto por el organismo multilateral y reveló la intención de llegar a un acuerdo con el ente multilateral para la primera semana de noviembre. Así lo informó el titular de la cartera, Roberto Lavagna, después de que se conociera que el director del departamento Hemisferio Occidental del FMI, Annop Singh, le reclamara la puesta en marcha de un programa económico que refuerce la estabilidad y sostenible en el tiempo (ver aparte). Lavagna consideró que en "dos o tres semanas" podría resolverse la redacción definitiva del memorandum, aunque en ningún momento se animó a precisar cuando se cerrarán las negociaciones. Previo a la conferencia de prensa que brindó ayer por la tarde en el Palacio de Hacienda y donde repasó la mayoría de los puntos en discusión, Economía había enviado a Washington el segundo borrador de la carta de intención con "correcciones, comentarios y propuestas" para arribar a un texto definitivo. Sin embargo, el funcionario no quiso informar cómo proseguirán las conversaciones, habida cuenta que se especula con su viaje a Washington o que el FMI envié una nueva misión a Buenos Aires. "Están abiertas todas las posibilidades", dijo el titular de Hacienda. Si bien Lavagna consideró que las negociaciones están "encarriladas" reveló que aún existen una serie de puntos cuya resolución es materia de discusión. Entre ellas remarcó el aumento en las tarifas, los controles en el mercado cambiario, el ajuste en las provincias, y cambios en el sistema impositivo, entre otros. De todas formas, el titular de Hacienda señaló que "la velocidad" para la adopción de políticas y los tiempos para la implementación de las distintas medidas puestas en la mesa de negociaciones "aún se están discutiendo", sostuvo el ministro. Después del revuelo que generó la divulgación los porcentajes exigidos para el aumento de las tarifas de los servicios públicos que se discute con el organismo, Lavagna dijo que el gobierno "descartó" aumentos de entre el 20 y el 30% tal como lo propuso el FMI, pero adelantó que están "buscando caminos legales" para avanzar en la suba de tarifas, ya que "no hay disidencias conceptuales" respecto a la reclamada por el organismo y privatizadas. Acerca de los controles cambiarios, el funcionario señaló que "en las últimas horas hubo aproximaciones importantes" y que ese acercamiento se plasmó en el documento que ayer se presentó en Washington. Lavagna también desechó la posibilidad de un aumento de impuestos porque consideró que "no es conveniente" en este momento y recordó que "cuando a fines del 99 hubo un acuerdo con el Fondo y se aceptó un aumento se frenó la reactivación que se había insinuado". Asimismo, el ministro ratificó que se podrán seguir pagando impuestos nacionales con patacones y Lecop, beneficio que en algún momento se puso en duda. El funcionario también reconoció que "el nivel de ajuste en las provincias es uno de los puntos en los que persisten las diferencias", y coincidió con el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, en que "no" hay margen para más ajustes en las jurisdicciones del interior. En este sentido, el ministro admitió que persisten diferencias en torno al nivel de superávit primario que debe tener la Nación y el conjunto de provincias, con la intención de garantizar un piso más elevado de fondos para el pago de vencimientos con los organismos internacionales. Lavagna admitió que el acuerdo que se negocia con el FMI contempla una ayuda financiera para iniciar un proceso de rescate de los bonos provinciales, aunque no quiso dar detalles sobre el monto. Acerca de la reestructuración de la banca pública, el jefe del Palacio de Hacienda comunicó que el gobierno aceptó que el Banco Nación se someta a "auditorías" externas y señaló que en el caso de las otras entidades habría mecanismos que insisten a aceptarlas, pero aclaró que en ningún caso podrían imponerlas. Lavagna aprovechó la oportunidad para recordar que "por sobre todas las cosas" aún persiste en el FMI una fuerte preocupación por el tema de los amparos y la necesidad que la sociedad argentina logre encolumnarse detrás de cierto consenso para un acuerdo con el FMI. Reiteró que se está procurando consensuar una agenda legislativa para que hasta fin de año se logre la aprobación de una serie de leyes y que no surjan "sorpresas". Además de la ley de presupuesto para el año 2003, al gobierno le interesa que se trate las leyes de software, biotecnología y el convenio por la venta de un reactor nuclear con Australia. Lavagna sostuvo que el acuerdo con el FMI "va a reforzar las tendencias positivas" que se observan en los distintos indicadores de la economía.
| |