El gobierno descartó ayer la implementación del servicio militar obligatorio, aunque el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, insistió en su iniciativa de crear un "servicio social obligatorio", pero aclaró que es "una idea en estado embrionario y se está estudiando".
Desde La Plata, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, descartó la implementación del servicio militar obligatorio "durante este gobierno de transición" y afirmó que la propuesta merecía una "consulta social más profunda".
"Hay varios motivos que avalan esta afirmación: primero, porque este es un gobierno de transición y estamos en un proceso preelectoral; segundo, en el presupuesto que recientemente hemos elevado para el año 2003 de ninguna manera está contemplado erogaciones y gastos que podría significar implementar este mecanismo", explicó.
Como tercer punto, el jefe de Gabinete mencionó que la posibilidad de implementar un servicio militar obligatorio "es un tema muy sensible a la sociedad que tiene necesidad de ser analizado con mucha profundidad".
"Pensamos que debería establecerse algún mecanismo de consulta social más profundo", remarcó el funcionario nacional, al ingresar a la Municipalidad de La Plata para asistir al acto de entrega del Proyecto de Estación Ferroautomotor.
Por su parte, el ministro Jaunarena insistió en la idea de "un servicio social obligatorio, que tendría como sentido que a una determinada edad, nuestros jóvenes realicen y tengan a su cargo tareas solidarias para el resto de la comunidad".
El funcionario aclaró que no conversó el tema con el presidente Eduardo Duhalde y señaló que "es una idea que está todavía en estado embrionario y se está estudiando".
"Una vez que se determine si esto es factible, recién en ese momento se podría en consideración el veto del gobierno, porque tiene muchas aristas complejas como son el tema presupuestario y luego de ello, tendría que ser por una ley del Congreso", añadió.
En tanto, siguieron sumándose ayer los rechazos a una posible implementación de la idea de Jaunarena, quien diferenció su idea del servicio militar obligatorio, eliminado por el ex presidente Carlos Menem en 1994 y reivindicado por el actual jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni.
Balza lo desestimó
Precisamente, para el ex jefe del Ejército, Martín Balza "no es necesario recurrir a un sistema obligatorio para cumplir una función social, se puede cumplir todo con el voluntariado". Balza sostuvo que "en mi tiempo dentro del Ejército, me he preguntado si el poder político sabe qué hacer con las Fuerzas Armadas".
Según Balza, "no podemos concebir que en el siglo XXI el Estado se desprenda de la responsabilidad primaria que tiene sobre la educación de nuestros jóvenes y lo tiene que hacer a través del Ministerio de Educación", al responder a uno de los argumentos que impulsan el sistema referido a que busca "contener a jóvenes".
Solá esgrime la "colimba educativa"
Por su parte, el gobernador bonaerense, Felipe Solá, insistió en su propio proyecto de crear una "colimba educativa" para "los chicos que no tienen ningún destino, ni la más mínima contención familiar", pero aclaró que no tiene "nada que ver" con una revitalización del servicio militar.
En defensa de su idea, Solá argumentó que "los pibes de 14 años que no van a entrar al colegio en general ya vienen dentro de un contexto en el cual una beca no los va a contener" dentro de la escuela.
"El tema es más grave: tiene que ver con dónde viven, con quién viven, si hay un problema de disgregación de la familia. Si existen condiciones mínimas", explicó y agregó que "se abrió un debate de algo muy complejo: qué hacer con los chicos que están saliendo de la pubertad y no tienen ningún destino, ni la más mínima contención familiar".
En tanto, el precandidato del PJ José Manuel de la Sota rechazó la idea de instalar el servicio social y se preguntó cuál es la razón de intentar "volver hacia atrás, hacia situaciones que ya la sociedad no quiso". ¿Y por qué no hacemos algo más simple? Démosle presupuesto a las Fuerzas Armadas y los jóvenes que tengan vocación militar, que entren en el servicio militar voluntario", propuso.
También en contra del proyecto, que cosechó más voces de rechazo que de apoyo, se manifestó el camarista de San Isidro Fernando Marotto, quien opinó que "la contención o la ayuda a los jóvenes que hace falta pasa por otro lado, por una sociedad más justa, por una sociedad que distribuya mejor su riqueza y que haya menos injusticia precisamente cuando son pobres".
Asimismo, el titular del Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Norberto Liwsky, sostuvo que "hay un millón y medio de adolescentes en estado de exclusión social" y opinó que ese sector de la sociedad tiene "un nivel de riesgo y vulnerabilidad que indudablemente requiere de reacciones mucho más rápidas de las que estamos asumiendo: a mi juicio, alejadas de estos pretendidos proyectos de intentar acercar a los jóvenes en circunstancias de exclusión social a los cuarteles como forma de superación de esa situación".
Por su parte, la secretaria de Desarrollo Social del gobierno porteño, Gabriela González Gass, opinó que "volver al servicio militar obligatorio sería un grave retroceso al pasado terrible de nuestro país. Quedó bien demostrado que la obligatoriedad del servicio militar significaba para los jóvenes de nuestro país una pérdida de tiempo y de esfuerzo, cuando no la muerte".
En tanto, la precandidata presidencial por Unión por Todos, Patricia Bullrich, consideró que "el problema de falta de contención social de nuestros adolescentes se debe a la realidad de incertidumbre y falta de empleo que vive la familia". (Télam y DYN)