El gobierno nacional comenzará esta semana a recorrer el espectro político en busca de consenso en torno de la carta de intención acordada entre los funcionarios del Ministerio de Economía y del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington. El borrador de la carta de intención que trajo el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, desde la capital norteamericana, contiene nuevas exigencias del Fondo en materia de ajuste fiscal ya que impone como meta un superávit de 2,3% del PBI y el freno inmediato de la emisión de bonos provinciales. Un vocero del Ministerio de Economía aclaró ayer que el documento que fue analizado ayer por el jefe del Palacio de Hacienda, Roberto Lavagna, "no va a ser la última versión" del acuerdo. La fuente aseguró que "tras la carta de intensión redactada por Argentina y presentada al Fondo a mediados de agosto, y la versión entregada posteriormente por el FMI, ahora se comienza a trabajar en el análisis de este segundo borrador para producir un tercer documento que, se supone, sería la definitiva". Se estima que el tema será tratado a fondo hoy por Lavagna y un grupo de colaboradores, entre quienes se encontrará Nielsen, quien pasó quince días de trabajo en los Estados Unidos. Más allá del optimismo que muestran funcionarios del gobierno, tal es el caso del flamante ministro de la Producción, Aníbal Fernández, sobre la posibilidad de cerrar en breve un nuevo pacto con el organismo, la vicedirectora gerente del FMI, Anne Krueger, volvió a poner paños fríos en los últimos días. Desde España, la funcionaria condicionó una eventual ayuda financiera a que el gobierno argentino avance en las reestructuración de la deuda con los acreedores privados. En tanto, el gobierno de Eduardo Duhalde deberá analizar las herramientas para cumplir con uno de los últimos pedidos del FMI para cumplir con un aumento del superávit primario, suponiendo que de allí saldrían los recursos necesarios para renegociar la deuda. Nielsen consideró que la carta de intención "está en un grado muy avanzado" y en la sede de la cartera económica existe plena confianza en que se logrará un acuerdo en los próximos días. El programa será del estilo "stand by" y se prolongará hasta fines de 2003. El objetivo básico es lograr la refinanciación de vencimientos por unos 14.000 millones de dólares que operan hasta esa fecha. No obstante, se especula con la posibilidad que exista un auxilio financiero por alrededor de 1.000 millones de dólares para apuntalar a las economías provinciales, financiando los programas de reducción de déficit fiscal. En caso de existir ese dinero, no se descarta que una porción también sea destinada a implementar un plan para al menos comenzar a rescatar las cuasimonedas emitidas por las provincias para financiarse ante la falta de crédito internacional. El plan tendría auditorías de carácter mensual, con pautas definidas de superávit fiscal primario, inflación y programa monetario, cuyo incumplimiento haría caer el pacto. La última parte de la negociación estuvo influenciada por declaraciones cruzadas sobre las consecuencias que podría tener para la Argentina el caer en "default" con los organismos internacionales. El gobierno decidió "cuidar" las reservas monetarias y no cancelar ningún vencimiento hasta que no se firme el acuerdo con el FMI. Por lo tanto, no pagará un bono con garantía del Banco Mundial que vence mañana. Será el organismo internacional el que cancele esa deuda. El Ministerio de Economía informó que en no menos de 60 días saldará la deuda que se genere por el no pago de ese bono, con el fin de mantener el programa con el Banco Mundial que otorga garantía para otras series de títulos. Según el Palacio de Hacienda el esquema fue aceptado por el Banco Mundial y no implica una virtual cesación de pagos con la entidad. Mañana también opera un vencimiento con el Banco Mundial por 805 millones de dólares, pero esa obligación cuenta con una cláusula especial que permite posponer el pago por 25 días y por lo tanto la nueva fecha para cancelarla sería el 8 de noviembre. A esa altura el gobierno aspira a tener cerrado el acuerdo.
| |