cartas

Gracias Tito y Pelusa

Quiso el azar que una maestra de nuestra escuela se encontrara con Tito y Pelusa en un cumpleaños al que había sido invitada. Sin saber bien qué eco encontraría se acercó a ellos y les comentó que era docente de una escuela humilde y les preguntó qué posibilidades había de que vinieran a brindar una función para los chicos. Y en menos de veinte días los queridos Tito y Pelusa, en forma generosa y desinteresada, llegaron con su bagaje lleno de ilusiones, de sueños, de emociones y de toda esa maravillosa magia que tienen los artistas. Pelusa, ante los ojos asombrados de los chicos, se fue maquillando e incorporando cada elemento necesario para componer su personaje y luego, junto con Tito, cantaron tiernas canciones, contaron divertidas historias, jugaron con los chicos y hasta repartieron masitas que habían traído para cada uno de elos. Y las caras de los chicos se llenaron de sonrisas; se acercaban a ellos, los tocaban, los acariciaban embelesados ante ese milagro nuevo para ellos, ya que muchos no habían asistido jamás a un espectáculo. ¿Cuánto vale la sonrisa de un niño? ¿cómo se hace para darles las gracias a estos dos encantadores artistas, a estos dos extraordinarios seres humanos que durante más de una hora y media transportaron a los niños y también a los docentes a un mundo lleno de ternura y de ilusión? En nombre de nuestros niños, de la comunidad educativa toda, gracias queridos Tito y Pelusa por tanta demostración de amor.
Escuela Nº 1331 Vicente López y Planes, Casacuberta 9650