En medio de un fértil valle cordillerano, Lago Puelo reúne chacras que cosechan las frutas finas y rojas que brotan de la tierra y reductos gastronómicos donde se cocinan las carnosas truchas capturadas en los ríos cercanos.
Su escasa altura, apenas 190 metros sobre el nivel marino, instaló allí un microclima que ayuda a establecer una armónica conexión con la naturaleza. Lago Puelo, en el corazón de la patagonia andina, es una de las bellas poblaciones de la comarca de los alerces.
La geografía, que no sabe de límites, reúne en esa comarca a El Bolsón, en el suroeste de Río Negro, con Lago Puelo, El Hoyo, Cholila, Epuyén, El Maitén y Leleque, en el noroeste de Chubut. Ellas conforman una unidad económica que trabaja para ser pujante.
En El Bolsón, centro de la comarca andina del paralelo 42, se realiza anualmente la Fiesta Nacional del Lúpulo, un encuentro festivo en honor de cerveza artesanal que se elabora en la región.
También contribuye al desarrollo turístico de la comarca contar con dos fantásticos ambientes naturales, los parques nacionales Lago Puelo y Los Alerces, y un atractivo de fama internacional como el viejo Expreso Patagónico, un trencito de trocha angosta que une Esquel y El Maitén a través de la desierta estepa patagónica y que la Unesco declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Arboles milenarios
El parque nacional Los Alerces tiene árboles de más de mil años, los famosos alerces milenarios, y el parque nacional Lago Puelo cuenta con senderos para el trekking y bosques de avellanos, tiques y hulmos, cobijando desde huemules, garzas y hurones hasta flamencos australes y zorzales patagónicos.
De los senderos cortos del parque es interesante conocer el del Bosque de las Sombras porque transita por una pasarela que atraviesa un ambiente único, singular: el bosque de Pitras. Entre los senderos largos vale la pena adentrarse en la Senda a los Hitos, que vadea el río Azul a través de bosques que llegan hasta los rápidos del río Puelo, ya cerca del límite con Chile.
Allí, en el parque nacional Lago Puelo, opera desde hace más de quince años Juana de Arco, la embarcación construida en 1931 con acero naval galvanizado, que antes de surcar estas aguas estuvo en el puerto bonaerense de Tigre hasta 1959 y un año después fue llevada al Nahuel Huapi, en Bariloche.
La comarca Los Alerces tiene la ventaja de que puede ser recorrida totalmente a través de la ruta nacional 258, que conecta con caminos internos. Hoy Lago Puelo se presenta como un destino nuevo y seguro, dentro del corredor turístico que enlaza Bariloche con Esquel. La gente de la cultura de Lago Puelo está trabajando en el Festival de las Artes, que se inaugurará a mediados de enero próximo y se extenderá por un mes. La cercanía del lugar con otros poblados del paralelo 42, y una excelente oferta de alojamiento en hosterías y cabañas, la convierten en el centro de muchos paseos. Desde allí se puede ir hasta Las Golondrinas, El Hoyo y Epuyen, enclavadas a orillas de ríos y lagos, donde predomina la producción de frutas finas y la elaboración de licores y dulces.
En El Hoyo está el salto La Corbata, una caída de agua de noventa metros a la que se llega por un camino flanqueado por cipreses y cohiues; el agua, que cae con fuerza, se transforma poco después en un arroyo de aguas mansas rodeado de extensos cultivos de tulipanes.
De Epuyen se dice que "allí la naturaleza guardó su propio vivero". Este poblado custodiado por el cerro Pirque tiene bosques de arrayanes y cipreses, y la explotación maderera, que es importante fuente de trabajo regional, hace que la forestación sea una actividad permanente. Desde Epuyen los guías de la zona realizan excursiones de dos días, caminando o cabalgando, con la posibilidad de dormir en cálidos refugios.
En El Maitén es imposible evadir la historia. Este poblado cercano a las nacientes del río Chubut y al cerro Bella Durmiente, festejó en la década del 40 la llegada del ramal ferroviario que une Esquel, en Chubut, con Ingeniero Jacobacci, en Río Negro.
Los pobladores sintieron que los rieles simbolizaban el progreso y descubrieron que también traían una novedad que aún despierta el interés del mundo: la angosta trocha de apenas 75 centímetros sobre la que se desplaza ese convoy, al que desde entonces se lo conoce, precisamente, como La Trochita.
Gran parte de la historia de la Patagonia, en tiempos nada fáciles, se puede conocer en el museo de la vieja estación de El Maitén. En cambio, la vida actual está muy presente en la cercana colonia mapuche de Cushamen, pueblo criador de ovejas y cabras que mantiene vivas las tradiciones de sus ancestros.
Pero es en el ingreso a Cholila donde convergen los tres valles de la comarca: el del río Blanco, el Cajón y el del lago Rivadavia. De este lugar uno de los bandidos más famosos de la historia, Butch Cassidy.
Pero el bandolero del lejano oeste de los Estados Unidos sólo vivió cinco apacibles años en este paraíso, al que llegó en 1901 con Sundance Kyd y Ethel Plase, mujer de ojos celestes y armas tomar, con quienes se convirtió en un próspero ganadero. La cabaña en la que vivieron es ahora un atractivo turístico muy fuerte en Cholil.
La Ciudad
