El zaino de origen cordobés Candy Ride mantuvo su condición de invicto que traía de su exitoso debut palermitano, y de punta a punta, con mucha solvencia, se impuso por 8 cuerpos sobre Jamelao en la definición del Gran Premio San Isidro, cotejo de mayor relevancia llevado a cabo ayer en el césped normal de San Isidro.
El hijo de Ride The Rails asumió el comando de las acciones a poco de partir, y adaptándose muy bien a un césped muy alto, se trajo a la rastra al lote que le salió al cruce, empleando el muy buen registro de 1' 32'' 16c para el recorrido de la milla. Administrado con eficacia por el jockey Claudio Glades, Candy Ride marcó parciales movidos desde el comienzo que acalambraron al favorito Southern Soul quien lo persiguió infructuosamente hasta los primeros tramos de la recta.
Desde la partida, y hasta los 600 metros finales, la distancia entre Candy Ride con relación a su escolta Southern Soul era de aproximadamente 2 1/2 cuerpos, y detrás de ellos se escalonaban Lord Card, Eclipse West, Bubble Caro, Absoluto y Lord Best en los puestos siguientes. Hasta allí, los parciales que utilizó el defensor del stud Ojos Claros fueron de: 22'' 57c para los primeros 400 metros, 44'' 65c, los 800 y 1' 08'' 85c para cubrir los primeros 1.200 metros, justo en el momento de su paso por las primeras tribunas populares.
Luego, con andar armonioso y desplazamientos ágiles comenzó a poner distancias de Southern Soul que como contrapartida comenzaba a perder terreno, rematando los últimos metros 400 en 23'' 31c, con un final de 12'' escasos, siempre con lujosa acción y dando la sensación de tener más rollo en el carretel.
Fue una performance a toda luces excelente la desplegada por el pupilo de Roberto López, a quien se le abre un enorme panorama de cara a las presentaciones futuras y ayer demostró que habrá que correr mucho si lo quieren bajar del pedestal.
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La Ciudad
