Orlando Verna / La Capital
Gustavo Rezzoaglio tiene una voz profunda y su simpatía inspira una calma poco común. Lejos de los flashes del mundo del espectáculo comenzó en 1992 a trabajar en radio y televisión por cable. Pero desde esta semana este rosarino de 35 años, de barrio Ludueña y fanático de Central, tendrá otro desafío por delante: conducir "Plan a", el nuevo programa que, desde el martes a las 14, Canal 3 pone en pantalla para darle una oportunidad al debate de ideas. Para hablar sobre su personalidad casi desconocida por el gran público y sobre los pormenores del programa, Rezzoaglio hizo un parate en su febril actividad que tiene a las FM Hollywood y Cristal como principales lugares de trabajo. Sin olvidar a su familia y al pequeño Guido, su hijo, que tiene solamente dos meses. -¿Qué te decidió a aceptar conducir el programa? -Todo fue muy gratificante. Yo estaba en la radio y Lidia (Sanfilippo, la productora general del envío) me llamó para tener una charla. La gente de producción había visto unos videos de trabajos anteriores y me llamaron para que conversemos sobre la posibilidad de ser el conductor de "Plan a". Rápidamente me explicaron que necesitaban un moderador entre el público y los especialistas en cada tema. -¿Tuvo que ver en esto tu formación? -Creo que ayudó mucho porque soy licenciado en Comunicación Social y estoy en quinto año de Abogacía. Y como muchos temas que se tratarán tienen que ver con aspectos legales, pensaron en proponerme para este programa. Después tuvimos una larga charla sobre las ideas que yo tenía sobre los programas periodísticos y cómo entendía la conducción en televisión. Y en virtud de todo eso me ofrecieron conducir el envío. -Para la gente que te conoce poco, ¿podrías definir tu perfil profesional? -Si me preguntan dónde me siento más cómodo digo son seguridad que en la conducción. Pero soy un obsesivo del periodismo, estoy permanentemente enganchado con los temas de actualidad y en los formatos que sea, radio, televisión o medios gráficos. Además me parece que es imprescindible estar muy bien informado para conducir un programa como "Plan a". El manejo de las noticias es muy importante apuntando en doble sentido: a la faceta de conductor, para darle agilidad y ritmo al envío; y a la faceta periodística, para estar empapado de los contenidos que se irán desarrollando. -Como el programa es de debate público de ideas, ¿hubo alguna salvedad "ideológica" en la propuesta laboral? -No hubo ninguna dirección explícita. Lo único que la producción nos planteó es la intención de no dramatizar, no exacerbar los problemas. La idea es que fluya la opinión. Aquí lo principal es la gente, la opinión de la gente, y no hubo en ningún momento una orden en ese sentido. Además no voy a ser yo quien comprometa su opinión. Yo solamente soy un intercomunicador entre los espacios de "Plan a" y entre el público y los especialistas. Obviamente que tengo mi postura ideológica, pero esta vez no será parte de mi trabajo. -La exposición medial del cable no es la misma que la de la televisión abierta, ¿estás preparado para ese despegue? -La mejor prueba de eso son las promociones que el canal está poniendo en el aire para anunciar el programa. Ya empiezo a ver una repercusión muy grande que no había tenido en diez años de trabajo. Ahora puedo afirmar que la diferencia de exposición entre la televisión por cable y la de aire es abismal. -¿Eso te pone en guardia o te causa placer? -Creo que la gran diferencia la voy a sentir cuando empiece el programa. Por ahora no es más que una curiosidad y que se manifiesta en la mirada de mis vecinos. Antes sabían que trabajaba en la radio y ahora me reconocen en la calle. Pero en realidad esta nueva situación no me genera nada en especial. Hasta ahora. Lo único que puede pasar es que me sonroje un poco porque soy un tipo tímido, pero nada más que eso. -¿Creés que esta característica de tu personalidad beneficia al programa? -Sí, porque no soy temperamental y por eso no creo que influya en el desarrollo del programa. Aunque por otro lado me parece que hay mucha gente opinando de cosas que desconoce. Está muy de moda el papel de opinador y en ese rol se meten periodistas, figuras del espectáculo y cualquier otra persona. No digo que opinar esté mal, pero entiendo otra cosa por comunicación. Me parece que mi trabajo es ser un vínculo entre el público y las noticias. Claro que me gusta opinar y tengo posiciones tomadas, como todo el mundo, pero lo hago en otras circunstancias. No estoy a favor de opinar de todo, todo el tiempo. -¿El programa te va a cambiar la vida? -Yo soy un tipo muy centrado y muy equilibrado, muy casero. Me encanta mi trabajo y lo entiendo como una vocación. Quizás sea por eso que no me seduce mucho la idea de ser una cara conocida, de aparecer en televisión. Mi trabajo me gusta por la actividad misma. Y eso de trabajar en televisión hay que manejarlo con sus ventajas y sus desventajas. -¿Cómo creés que te vas a sentir el lunes a la noche? -Estoy muy entusiasmado y eso me genera una cierta ansiedad y expectativa, pero siempre en forma positiva. Me siento muy bien con el equipo de producción, aunque a decir verdad no veo la hora que lleguen las dos de la tarde del martes.
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