Un juez procesó a una banda de asaltantes de Pérez que secuestraban a remiseros para desmantelar sus autos, sustraerles los equipos de GNC y dejarlos abandonados con los restos del vehículo en algún descampado. Lo curioso es que los autores de esa secuencia delictiva compartían su ocupación con las víctimas: también eran remiseros. Los procesados son los choferes Ramón Juárez Moyano, de 32 años; su hermano Héctor Martín, de 21; Walter Avellaneda, de 22, y Carlos Basse, de 23. Todos ellos fueron enviados a juicio junto a un joven de 21 años, Raúl Juárez, por los delitos de robo calificado y privación ilegítima de la libertad agravada. Ninguno tenía antecedentes penales y la mayoría de ellos apeló la resolución, dictada por el juez de Instrucción Alfredo Ivaldi Artacho. Con excepción de Basse, todos confesaron su participación en cuatro asaltos a remiseros cometidos con idéntica modalidad. Llamaban a un remís, se hacían pasar por pasajeros y los reducían en el mismo auto o en uno que llevaban como apoyo. Generalmente encerraban al conductor en el baúl y en algún lugar desconocido desmantelaban los vehículos. Se llevaban tazas, cubrealfombras, estéreos y equipos de GNC con su regulador electrónico incluído. En ocasiones trambién se apropiaban de los neumaticos y los reemplazaban con viejas gomas. Finalmente las víctimas eran abanonadas en zonas despobladas. El primer robo ocurrió el 14 de junio pasado. El remisero fue abordado en una estación de servicios YPF de Zavalla y tras un recorrido lo abandonaron a su suerte en jurisdicción de Roldán, a 300 metros de la ruta A-012 y a 9 kilómetros del cruce con la ruta 9. Los restantes ocurrieron entre la 1 de la madrugada y el mediodía del lunes 24 de junio. El juez Ivaldi Artacho también procesó por encubrimiento al comerciante rosarino Alejandro Vinzenci, de 65 años. En su local de instalación y reparación de equipos de GNC, de Avellaneda al 1100, la policía halló los equipos robados.
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