Año CXXXV
 Nº 49.628
Rosario,
sábado  12 de
octubre de 2002
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El Luna estuvo a full
El público y otra muestra de fidelidad

Los crueles remates franceses de Laurent Capet y Luc Marquet todavía resuenan en el Luna Park, dos días después de la eliminación argentina en el Campeonato Mundial, pero no fueron suficientes para privar al equipo de Carlos Getzelevich de otra demostración de afecto por parte de las 7.500 personas que presenciaron el partido ante Grecia.
El consuelo de llegar al quinto puesto conformó a la gente que se acercó en menor cantidad respecto de los partidos anteriores, pero con la misma devoción para ratificar que el idilio generado entre ambas partes (jugadores e hinchas) es a prueba de resultados.
La derrota con Francia en cuartos de final caló hondo, es innegable. El clima previo al partido lo dejó bien certificado: ingreso lento, fervor medido e indiferencia ante la semifinal entre los verdugos albicelestes y Rusia.
De a ratos, cuando algún soviético "enterraba" la pelota en el campo galo bajaba de las tribunas un rugido festivo con indisimulable aroma de venganza. Y cuando la caída de Francia se consumó una ovación ensordecedora envolvió a los últimos campeones de la Liga Mundial.
Recién en ese instante, la gente comenzó a involucrarse en el clima del partido y terminó de hacerlo cuando la figura de Marcos Milinkovic asomó por la boca de acceso al campo de juego. Entre el numeroso público se pudo distinguir a la ex tenista Gabriela Sabatini y al basquetbolista Pepe Sánchez, quien recientemente obtuvo la medalla de plata en el Mundial de Indianápolis con Argentina.

El banderazo
Otra vez las banderas se erigieron en las gradas y el "Vamos, vamos... Argentina", un auténtico himno de contiendas deportivas, fluyó como tributo al grupo de reconocidos jugadores.
Ya durante el partido, en medio de la tensión que genera el punto a punto, la gente, acaso soñando que se jugaba por algo más que el quinto lugar, celebró cada acierto con la misma felicidad de noches anteriores. Es que realmente sí había algo trascendente: la vergüenza deportiva de un equipo, que en sociedad con una fiel hinchada, cumplieron con creces las expectativas generadas por el Campeonato Mundial. (Télam)


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