Año CXXXV
 Nº 49.628
Rosario,
sábado  12 de
octubre de 2002
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Los delanteros, todo un tema
Es el sector que al técnico más le está costando encontrarle la vuelta

El lugar en el que Julio Zamora tiene más problemas para encontrarle la vuelta es sin dudas al sector ofensivo. Ahora, en su búsqueda desesperada por encontrar el gol el Negro apuesta todas sus fichas a Cristián Domizi, un hombre identificado con el pensamiento del técnico. Pero además le devuelve la titularidad a Mauro Rosales, quien estuvo de suplente los últimos dos partidos.
De esta manera, no sólo cambia a los dos delanteros de los últimos encuentros ante Boca y San Lorenzo (Lisandro Sacripanti y al pibe Nicolás Saucedo, que estarán en el banco), sino también crucifica al pibe de Casilda por los goles que erró el último sábado en el Nuevo Gasómetro, y de paso da por tierra con sus dichos de la semana, en los que sostenía que "los responsables de la derrota fueron todos" y que había que bancar al pibe.
De todos modos, Sacripanti ya está acostumbrado a que lo dejen de lado. Ya que el DT varió permanentemente en el puesto de centrodelantero, mientras que apostó casi siempre a Rosales por la derecha. En la tercera fecha ensayó con el brasileño Tilico ante Arsenal y la cosa no funcionó. Y probó con Federico Lagorio ante Chicago y Unión con idéntico resultado. En los demás partidos Sacripanti fue el hombre de punta.
En la búsqueda de soluciones, Zamora siguió intentado variantes y para mañana decidió mandar al Pájaro a su viejo puesto de nueve y decidió insistir con Rosales, tras dos partidos en los que le dio la oportunidad a Saucedo. Es cierto que los magros resultados cosechados en los últimos partidos sumados a los pocos goles que convirtió el equipo -4 (Domínguez, Marino, Sacripanti y Manso) en seis partidos- obligan a Zamora a buscar las variantes necesarias para encontrar el rumbo perdido, pero en ocasiones tantos cambios merman la confianza que tienen los jugadores y conspiran contra su rendimiento. Y en otras, parecen manotazos de ahogados.


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