Una gran expectativa, que se ha visto traducida en la gran demanda de entradas anticipadas, despertó en Córdoba los dos encuentros que por cuartos de final del Mundial de vóleibol se jugarán hoy en el moderno Superdomo Orfeo, especialmente el que protagonizarán Brasil y el tricampeón ecuménico Italia. La expectativa mayor la origina este choque, que irá desde las 18,30, aunque no menos atractivo será el partido que desde las 16 animarán Yugoslavia y Portugal, lo que convierte al programa en interesante por la calidad y capacidad de los conjuntos participantes. Sobre la media tarde de ayer, un 50 por ciento de entradas ya se habían vendido en los tres sitios de expendio que se habilitaron, por lo que se estima que las 8.100 butacas del Orfeo hoy podrían estar totalmente ocupadas. Hasta el momento la mayor concurrencia a ese escenario fue de 6.900 espectadores, cuando por la primera fase se enfrentaron por el grupo D Estados Unidos y Brasil, con victoria de los norteamericanos. Desde el lunes se encuentran en esta ciudad los seleccionados de Brasil, Italia y Yugoslavia, que se sumaron a Portugal, que ya jugó en Córdoba la segunda fase. Para Brasil significó el retorno al recinto donde disputó los tres partidos de la fase inicial, mientras que será debut en esta sede de Italia y Yugoslavia. Como sucedió en todo el torneo, las cuatro delegaciones están alojadas en el Hotel Holiday Inn, ubicado a sólo trescientos metros del Orfeo y los planteles alternaron sus entrenamientos, tanto en ese escenario como en la sede de la Federación Cordobesa y en el club Unión Eléctrica, ubicados en otros puntos de la ciudad. Ayer, en conferencia de prensa, los jugadores mantuvieron su único contacto con los periodistas antes de los partidos, lo mismo que los técnicos de los cuatro seleccionados. Bernardo Rezende (Bernardinho), técnico de Brasil, expresó que para ellos "el partido de hoy es una final. Sólo nos queda ganar si queremos seguir adelante. Vamos a jugar contra un equipo que ha sido campeón del mundo muchas veces", resaltó. Finalmente, el entrenador italiano Andrea Anastasi, que llega a Córdoba tras la caída ante Argentina, se manifestó "feliz por estar acá. Todos vamos a tener partidos muy difíciles. Espero que podamos jugar bien", se ilusionó (Télam)
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