Binner y el obispo no quieren modificar el feriado

El intendente Hermes Binner y el arzobispo de la ciudad Eduardo Mirás se mostraron contrarios a que los festejos por el Día de Rosario se pasen al 5 de agosto, como propusieron varios historiadores ayer en este medio. "Se tiene que mantener el 7 de Octubre, porque es la fecha de Rosario, ya la hemos aceptado, fue acuñado así, lo que no signifique que no recordemos al 5 de Agosto", afirmó Binner. Con mayor diplomacia se pronunció Mirás: "En todo caso se pueden festejar los dos días, pero esta fecha tiene una tradición de tres siglos, ¿qué sentido puede tener para el pueblo cambiar ahora?", interrogó.
Las declaraciones de ambos se hicieron ayer en el marco de los festejos, que presidió el gobernador Carlos Reutemann, en el patio cívico del Monumento a la Bandera.
De este modo, tanto Binner como Mirás dejaron estipulado que más allá de los argumentos esgrimidos por varios historiadores para que el feriado municipal se pase al día en que Rosario fue declarada como ciudad (5 de agosto), que de ninguna manera se sumarán a la polémica. "Demasiados problemas tenemos como para hacer otra discusión", apuntó el intendente.
Reutemann, Binner y Mirás tomaron la palabra frente al Paraná, rodeados de autoridades provinciales, municipales y castrenses. Los tres hicieron referencia a la grave situación social que vive el país; sin embargo, también alentaron esperanza.
"Los invito a que busquemos en la oración las fuerzas para volver a humanizar nuestra sociedad, porque no habrá desarrollo económico sostenido si no logramos recomponer los lazos solidarios", afirmó el gobernador, y agregó: "Es lo que nos permitirá recuperar el capital social que perdimos en los años que dejamos de hablar de bien común y de equidad".
Binner fue más allá y aseguró que hoy "se asiste a lo que nunca hubiéramos imaginado, cuando vemos a la mitad de la población viviendo bajo la línea de pobreza en un país identificado como el granero del mundo".
"Es urgente que todos nos empeñemos en rehacer la patria herida por tantos males cuya solución no deja de ser de cada uno de los ciudadanos", señaló el arzobispo de Rosario.