Asociación Rosarina de Fútbol

Molinas: Un empate envuelto en escándalo

San José y 1º de Mayo iban 1 a 1 pero el partido fue suspendido por incidentes

Mariano Bereznicki / La Capital

Pensar que habían preparado todo para dar la tan ansiada vuelta olímpica en su propia casa. Pero San José no pudo con 1º de Mayo y debió postegar el festejo. El partido iba 2 a 2 y restaban tres minutos para que se bajara el telón. Pero cuando nadie se lo imaginaba, sucedió lo inesperado: los protagonistas se tomaron a golpes de puños y patadas en el círculo central, después de que el volante De Nichilo comenzara los incidentes, y el árbitro Carlos Boxler debió suspender el cotejo (ver aparte) por lo que mañana el Tribunal de Disciplina de la Rosarina tendrá que decidir cómo termina esta historia. Aunque todo parece indicar que va a ser en el empate nomás, más allá de que la visita comenzó con las agresiones.
Los de Rucci sorpendieron a los anfitriones desde el vamos. Es que les sacaron la pelota ni bien comenzó el partido. A eso hay que sumarle que ni Moras ni Juan Gómez podían hacerce fuertes en la zona central. Es que les costaba cortar el circuito cerrado que habían implementado los volantes de 1º de Mayo.
La visita mostró un esquema conservador, típico de un equipo que pretende arruinarle la fiesta a aquel conjunto que tiene otros objetivos y puntos de vistas a nivel futbolístco.
Pero más allá de eso, el siempre complicado 1º de Mayo pegó primero vía Schulze. Con el resultado en el debe, los locales intentaron aproximarse hasta el área rival. Pero siempre se toparon con los duros defensores o con sus propias falencias ofensivas.
Faltaba poco para ir a los vestuarios. Pero se desató una fuerte tormenta de viento y el partido entró en un compás de espera por 10'. Después de eso, se reanudó el juego y San José niveló el marcador merced a Yllañez.
En la segunda etapa no había pasado nada hasta que Incalcaterra sacó provecho de un nuevo yerro de Valdez para poner el 2 a 1 favorable a los de Rucci. Pero la respuesta llegó al minuto con el empate del capitán Vera.
Pero la respuesta llegó al minuto no más con el empate del capitán Vera para alegría de las casi 200 personas que se hicieron presentes en la cancha y le dieron un marco especial a la jornada, acorde a las circunstancias.
Más allá de la igualdad, los locales continúan al tope de la Rosarina y mantienen vigentes las chances de quedarse con este Clasura.

Batahola. Los jugadores se tomaron a golpes de puño. (Foto: Gustavo de los Ríos)