Año CXXXV
 Nº 49.623
Rosario,
domingo  06 de
octubre de 2002
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Unas proyecciones terroríficas

El quid del problema de Brasil es lo que tendrá que pagar para refinanciar sus deudas. El Centro de Investigación para Economía y Política de Estados Unidos (CEPR por su sigla en inglés), una organización que pone en duda algunos de los argumentos en favor del libre mercado, calcula que la tasa de interés real de la deuda de Brasil promedió 16,1 por ciento anual de 1994 al 2001. Si se proyecta esa tasa hacia el futuro, la deuda excedería 100 por ciento del PBI para el 2009 y 188 por ciento para el 2016, de acuerdo con la organización.
De hecho, la situación ha sido peor este año. La tasa de interés real promedió un anualizado 33,5 por ciento con base en los primeros meses de este año e incluso asumiendo una fuerte caída en las tasas de interés reales, a 21 por ciento para el 2002, la proporción deuda/PBI excedería el umbral del 100 por ciento para el 2007 y de 200 por ciento para el 2012.
"En este camino, que es el que mejor representa la situación actual de Brasil, los mercados financieros renunciarán rápidamente a la esperanza de que Brasil pueda pagar su deuda en su totalidad", escribieron Mark Weisbrot y Dean Baker, analistas del CEPR.
Gran parte de este desastre provino de haber reconocido deudas de los Estados brasileños en el nivel del gobierno central, pero de todas maneras ha habido una expansión muy alta, incluso durante el gobierno de Cardoso, que presume de conservadurismo fiscal.
En los años previos a Cardoso, de hiperinflación, a principios de la década de 1990, la deuda cayó a 29,2 por ciento del PBI desde 37,9 por ciento, entre fines de 1991 y comienzos de 1994.


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