Un grupo de economistas de distintas vertientes rechazó la idea de que haya señales del fin de la recesión, tal como lo aseguró el presidente Eduardo Duhalde, y si bien los analistas reconocieron que se detuvo la caída de la actividad, remarcaron que no hay signos que indiquen que comenzaría la recuperación. Así lo sostuvieron Aldo Abram, Miguel Angel Broda y Manuel Solanet, quienes coincidieron en que la economía está en una "meseta", y su reactivación dependerá de varios factores, como la recuperación de la confianza, la declinación de las tasas de interés, la claridad del horizonte político y un acuerdo con el FMI, aunque precisaron que éste último punto no es fundamental. Duhalde sostuvo: "Hemos pasado por cuatro años de recesión, que luego se convirtió en depresión, pero todos los analistas económicos nos están dando un crecimiento para el año que viene y, en forma indirecta, están diciendo: «Señores, se termina la recesión en la República Argentina»" (ver aparte). Al respecto, Abram sostuvo que la recesión "no termina", sino que hay algunos signos de que "la caída se moderó", pero remarcó que "no se detuvo". "Ningún dato confirma el fin de la recesión", puntualizó el experto, quien subrayó que "existen números que indican que se moderó la caída". Así, puso de relieve que "el dato que utiliza el Ministerio de Economía para argumentar el fin de la recesión es el resultado desestacionalizado del PBI del segundo trimestre que dio positivo". Por su parte, Broda sostuvo que la economía está en una "hecatombe", aunque reconoció que "se frenó un poco la caída", pero remarcó que "no hay signos de recuperación". "La economía aterrizó, dejó de caer, pero no hay síntomas robustos de un comienzo de recuperación", indicó el analista, quien explicó que "técnicamente se deja de caer cuando hay dos trimestres sin caída del PBI". Al respecto, precisó que "hasta ahora sólo hubo cero de caída en el segundo trimestre contra el primero de este año". "Hay que mirar con lupa para encontrar alguna señal positiva", aseguró Broda, quien puso de relieve que "estamos en presencia de la mayor caída de actividad y ocupación en la historia de un país que no pasó por ninguna guerra".
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