Barajar y dar de nuevo. En eso cree Beatriz Sarlo cuando afirma que es tan profunda la grieta que se abrió entre representantes y representados que el único camino que queda para restablecer esa confianza es llamar a un plebiscito vinculante que posibilite la conformación de una Asamblea Constituyente. Ella, junto con un grupo importante de intelectuales y artistas, impulsa esa idea, plasmada en lo que denominan "Carta abierta por una Constituyente", donde -asegura- van sumando cada día nuevas adhesiones. "El sólo hecho de discutir la posibilidad de hacer un plebiscito vinculante restauraría cierta significación en la esfera pública y política, que ha sido completamente vaciada por la incompetencia, la inmoralidad y la corrupción de los políticos", explicó. Para reforzar aún más su posición, enfatizó: "Una Asamblea Constituyente sería una buena ocasión para una reestructuración del debate de ideas que hoy no existe".
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