Río de Janeiro. - El último debate entre los candidatos a las elecciones presidenciales brasileñas de mañana, transmitido hasta la madrugada del viernes por la red televisiva Globo, fue considerado "tibio" por los analistas, que dudan de que el programa haya causado cambios significativos en el panorama de la disputa. En todo caso, no alcanzó a decidir un triunfo de Luiz Inacio Lula da Silva en la primera ronda electoral de mañana, aunque sí se estimó que tanto este candidato como el oficialista Jose Serra se mostraron seguros y con propuestas prolijas y aventajaron a los otros dos contendientes, Anthony Garotinho y Ciro Gomes. Haciendo referencia al riesgo de contagio de la crisis argentina, todos afirmaron que "no hay posibilidad de una confiscación de ahorros o de un corralito". "Fueron poco agresivos. El debate no hará que nadie cambie su intención de voto", opinó el estratega en Brasil del banco suizo UBS Warburg, al analizar el debate de dos horas y media que reunió al favorito de las encuestas, Lula (45%), al oficialista José Serra (21%), al socialista y evangelista Anthony Garotinho (18%) y al ex ministro de Hacienda, Ciro Gomes (12-13%), también él de izquierda.El carácter del debate, que previamente se acordó centrar en los programas de cada candidato, acotó el terreno para las agresiones verbales, tan comunes durante la campaña. Pero el experto apuntó que ninguno de los candidatos fue claro sobre sus proyectos de gobierno: "Además, las propuestas de los cuatro son muy parecidas. Parecen clones". Asimismo, la consultora política Fátima Pacheco Jordao duda de que el programa, difundido tres días antes de la elección, contribuya a cambiar el cuadro de la disputa. Hasta el momento, las encuestas apuntan que la elección en Brasil podría decidirse en una segunda vuelta entre Lula y Serra, pese a que el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) está muy cerca de lograr mañana la mayoría absoluta en las urnas. Los analistas de mercados, sin embargo, leyeron el debate en términos opuestos a esta posibilidad y creen que Serra se ganó el pase a la segunda vuelta, dentro de 15 días. * Lula y Serra, mejor. Pese a considerar que no hubo un "ganador claro" del debate, muchos analistas brasileños apuntaron que Lula y Serra tuvieron un desempeño más eficaz que sus adversarios. "Creo que esos dos candidatos confirmaron las expectativas de sus electores. Lula manejó muy bien datos e informaciones, y formuló las críticas correctas, y no demagógicas al gobierno o a Serra. Pero Serra también confirmó para sus electores su perfil de técnico tranquilo y competente", resumió el politólogo Carlos Novaes. No obstante, el columnista político Ariosto Teixeira, del diario Folha de San Pablo, opinó que Lula tuvo algunos "resbalones", que pueden haberlo perjudicado. En uno de ellos, el ex sindicalista confundió la sigla de un impuesto con la de un organismo del gobierno, un error que, según Teixeira, ha dado munición a sus detractores, que apuntan que le faltaría "preparación y experiencia administrativa" para gobernar el país. Lula tuvo otro "mal momento" al defender la adopción de un sistema de cupos para admisión de descendientes de africanos en las universidades. Recordó que existen "métodos científicos" para definir quién es negro. Una puntualización poco feliz en un país marcado por un racismo secular. Ciro Gomes respondió enfáticamente que está a favor de los cupos pero repudió cualquier tipo de prueba científica para definir quién es negro. "Basta con la declaración", del interesado, afirmó. Posteriormente, Gomes aprovechó para desmentir categóricamente la posibilidad, ventilada por la prensa, de su renuncia antes de las elecciones, un gesto que favorecería claramente a la candidatura de Lula. En el debate sobre la reforma agraria -un tema caliente en Brasil- Anthony Garotinho y Serra mostraron que buscarán frenar el avance del Movimiento Sin Tierra, ligado al PT de Lula. "No admitiremos invasiones de tierras y la violación del derecho de propiedad", afirmó Serra. Lula, dentro del marco de corrección y mesura del debate, fue el más atacado por los otros candidatos, pero apareció sereno y su mayor preocupación fue presentarse como el candidato más calificado para lograr un gran pacto social en el país, estimó Folha de San Pablo. * Audiencia alta, pese al horario. Pese a haber sido transmitido a la noche avanzada, casi de madrugada, el debate entre los cuatro principales candidatos a la Presidencia logró índices de audiencia equivalentes a los de las populares telenovelas. Pero a los 41 millones de televidentes no se les brindaron informaciones valiosas sobre los programas de gobierno, en parte porque, según los analistas, los dos principales candidatos -Lula y Serra- trataron de evitar "movimientos bruscos" que pudieran perjudicar su posición. "Debates de ese tipo tienen impacto electoral cuando uno o más participantes logran producir una situación devastadora para el adversario, a través de una denuncia o de una acusación. Y ello no ocurrió", opinó Teixeira."El último acto de la primera vuelta de la campaña reveló una mayor madurez política de los aspirantes, pero no se puede afirmar que fue un acto decisivo para definir al ganador o a los dos candidatos para la segunda ronda".
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