Un jugador de rugby fue procesado al quedar probado que fue quien tomó del cuello a un joven y lo arrojó al suelo en las escalinatas de un bar la madrugada del 12 de julio pasado. El ataque ocurrió durante una pelea de la que participaron varios jóvenes, todos ellos rugbiers pertenecientes a distintos clubes de la ciudad, aunque la víctima no pertenecía a ninguno de estos grupos.
El joven procesado es Pablo Cáceres y el episodio por el que se lo acusa ocurrió en el interior del bar La Misión del Marinero, un lugar muy concurrido por el ambiente del rugby.
Cáceres fue procesado por lesiones graves, un delito que se sanciona con penas de prisión de 1 a 6 años. La resolución fue dictada por la jueza de Instrucción Nº 1, Carina Lurati.
La cabeza contra el suelo
La víctima de la agresión es Gabriel Polidoro, a quien en medio de la pelea Cáceres quiso sacar del local por la fuerza. Según relataron cuatro testigos, lo tomó del cuello y lo tiró al suelo. Fue así como el chico golpeó su rostro violentamente contra el piso, sin siquiera poner las manos para amortiguar la caída. Sufrió heridas tan graves que le desfiguraron el rostro.
Lurati llegó a la conclusión de que fue la presión ejercida sobre el cuello de la víctima la que impidió que se defendiera como naturalmente haría cualquier persona al precipitarse al suelo. Y que por eso no pudo defenderse.
Al declarar ante la jueza Cáceres aceptó que quiso sacar por la fuerza a Polidoro del boliche, pero dijo que éste se le cayó cuando transitaba por la escalera. Sin embargo, Lurati juzgó que las pruebas y los testimonios demuestran lo contrario y que lo hizo deliberadamente.
Durante la misma investigación no se pudo probar las lesiones producidas contra otro joven por cuatro o cinco rugbiers ya que ni la víctima ni los numerosos testigos contactados por la policía pudieron reconocer a los agresores.