Eugenia Langone / La Capital
Fue un centro de aislamiento a finales del 1800 para enfermos infectocontagiosos y sobrevivió a un intento de destrucción durante la década del 60. Así, el Hospital Carrasco (Avellaneda al 1.300) celebró ayer su 105º aniversario como uno de los centros de salud de mediana complejidad que funciona bajo la órbita de la Municipalidad. "El sistema de salud de Rosario se ha desarrollado en estos cien años. Y este hospital no sólo tuvo la fortaleza suficiente para resistir, sino que además es uno de los lugares desde donde se pelea por un sistema de salud más igualitario", advirtió el intendente Hermes Binner durante los festejos. Y tampoco se olvidó de reclamar "la necesidad de que los hospitales municipales y provinciales trabajen conjuntamente, también con las obras sociales". Es que a lo largo del 1800 Rosario había sido castigada por enfermedades tales como la peste bubónica, lepra, tuberculosis, fiebre amarilla, cólera y viruela. Y sobre finales del siglo XIX las autoridades sanitarias decidieron que la solución era aislar a los enfermos para "preservar la salud y la tranquilidad" del resto de la población. Ese fue uno de los fines para los que se levantó en 1897 el Hospital Carrasco. "En aquel momento, las casas de aislamiento no eran algo fuera de lo común. La red de salud era incipiente, nacían el entonces Hospital de la Caridad -actual Provincial- y el Hospital Rosario, hoy de Emergencias Clemente Alvarez (Heca)", dijo el intendente haciendo memoria. Pero tanto Binner como la directora del centro de salud, Beatriz Amigot, destacaron el hecho de que el hospital haya logrado "desarrollarse". Es que de ser un espacio de aislamiento, pasó a ser un centro de salud que atiende en especialidades como clínica general, oftalmología, odontología, otorrinolaringología y ginecología, además del centro oncológico que se inauguró a mediados de 1995. "Además, esta casa logró resistir duros embates a lo largo de su historia", aseguró el intendente, antes de recordar que "fue en la década del 60 que se intentó destruir este hospital. Es que tenían la intención de trasladar a este lugar el Hospital de Niños y así, el Carrasco hubiera desaparecido". Lo cierto es que con torta y baile incluidos, las autoridades y los trabajadores del hospital celebraron ayer sus 105 años de vida. Es más, el propio intendente Binner se animó a salir a la pista para bailar un chamamé. Mientras tanto, la directora del centro de salud recordó que "toda su historia está signada por la solidaridad y el amor al prójimo", a la vez que destacó la tarea que llevaron adelante durante todos esos años las Damas Protectoras del Hospital Carrasco y la Asociación Cooperadora.
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