Ibarlucea. - Tal como el ex pastor evangélico Graham Hess encarnado por Mel Gibson en la película "Signs" (señales) se sorprendió al ver unos extraños círculos en su campo de maíz, hace unos días Armando Fracchia pasó por una sensación similar al encontrar un par de esas figuras en el terreno de su casa quinta ubicada en inmediaciones del cementerio jardín de esta localidad. Aunque no supo precisar el origen de las marcas, no tardó en desafiar a "que alguien me explique cómo aparecieron allí de un día para el otro y por qué no crece el césped pero sí los tréboles".
"Descubrí estas marcas el 22 de septiembre cuando estaba limpiando el tanque de agua que está a unos 10 metros de altura, ya que desde la casa no se las puede observar bien. El pasto está como quemado, pero no con fuego ni con herbicida, porque algunos yuyitos han crecido y esos productos matan todo", relató Fracchia, de 71 años y médico especialista en enfermedades vasculares, antes de preguntarse: "¿Quién haría una cosa así, de noche y sin que nadie haya visto ni oído nada?".
Los círculos tienen poco más de 10 metros de diámetro, pero uno de ellos presenta adentro otros dos más pequeños y un símbolo parecido a una letra H que los atraviesa. "Esta H atraviesa los tres círculos concéntricos, tiene una característica rara porque una de sus patas está perfectamente orientada hacia el norte y la otra, si la prolongamos, contactaría con la primera en el borde del círculo interno", precisó el médico, un aficionado a la astronomía que concurre todos los lunes junto a un grupo al Planetario de Rosario.
Fracchia contó a La Capital que algunos vecinos afirman que un par de noches anteriores al domingo 22 notaron una actividad inusual en sus animales. "Al final de la calle hay una granja, un pequeño zoológico que es visitado por muchos niños, y sus propietarios me contaron que una madrugada, entre la una y las tres, los perros ladraron en forma desmedida y las gallinas cacarearon como cuando las asusta una comadreja. Pero esta vez lo hicieron durante mucho tiempo mientras se oía un alboroto de los teros, que no suelen hacer ruido de noche", explicó.
El médico no deja de desgranar hipótesis en torno de un tema que le quita el sueño. "Una de las posibilidades del origen de estas marcas es que se hayan producido desde abajo de la tierra, porque no hay otras marcas. Vino gente conocedora del tema a hacer un estudio del lugar con un detector de metales y notaron que hay un alto índice de hierro", aventuró, y agregó que piensa usar un aparato para medir radioactividad y hacer unas pruebas.
"No creo que esto sea un fraude como los que se hicieron en Inglaterra hace unos años -añadió- pero me gustaría saber quién, cómo y para qué lo hicieron. Creo en otras civilizaciones y me gustaría pensar que se trata de extraterrestres porque no le encuentro ninguna explicación lógica".
¿Señales del más allá?
De no hallarse un origen razonable a las marcas, este fenómeno podría ser considerado entre los conocidos en todo el mundo como círculos de maíz o de cultivo, agriglifos, o por muchos otros nombres. El caso de los extraños diseños aparecidos desde hace décadas representan un misterio apasionante para quienes se dedican a su investigación, adoptando el nombre de cereólogos.
Muchos investigadores llegaron al tema por medio de la ufología (estudio de los ovnis) mientras que otros lo hicieron sólo para encontrarse ante el enigma de cómo fueron creados estos enormes dibujos. Hace unos años se consideraba que estos círculos representaban un perfeccionamiento de los antiguos "nidos de platillos" que aparecían con frecuencia cerca de lugares de avistamientos de ovnis en Estados Unidos y otras partes del mundo. Era posible creer que los nuevos círculos en cultivos representaban el aterrizaje de naves de otro mundo, cuyos sistemas de propulsión antigravitatoria, dignos de la ciencia ficción, aplastarían los cultivos sin dañarlo.