Paulo César prepara la vuelta a su país. Su miniciclo en Newell's Old Boys terminó y desde hace varias semanas tomó la decisión de rescindir su contrato, "ya que no soy tenido en cuenta", además de que "nunca me enviaron a Brasil para que renovara la visa de trabajo", como sí ocurrió con Tilico. Mientras espera poder viajar antes del fin de semana, el brasileño se anima a hacer público lo que había publicado Ovacion días atrás y que fuera negado por el entrenador. "Sí, hubo una apretada", reconoció el defensor que arribó al club hace más de dos meses. Pero más allá de la negativa a reconocer en Ñuls lo sucedido días atrás (algo entendible por los temores que pueden aparecer), que a esta altura resultaría una nimiedad, lo criticable es la manera en que se manejó la situación permitiendo el acceso al vestuario y al campo de juego de algunos barras. Algo que generó algunas broncas en el seno del plantel. Zamora continúa repitiendo a viva voz y ante cuanto micrófono o cámara se le presente que todo fue invento de la prensa. Todos los cronistas que cubren los entrenamientos coinciden en que la información es veraz. Y así lo reconoció por primera vez Paulo César. Sería bueno que de una buena vez por todas se deje de culpar a los medios y se acepten las equivocaciones. "Errare humanum est".
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