Con algo de buen juego, con garra, con fuerza, con espíritu, pero por sobre todas las cosas con hambre de gloria, el seleccionado argentino de vóleibol se adjudicó el grupo A del Mundial, al derrotar en otra actuación con altibajos a Portugal por 3 a 1, en el estadio Aldo Cantoni de San Juan. Así, Argentina, que aún no logra ofrecer una actuación compacta, se aseguró el liderazgo de la zona al superar a los portugueses con parciales de 21-25, 25-22, 25-22 y 25-22. Ahora se cruzará en la segunda ronda, en Buenos Aires, con Italia, Bulgaria y Japón. La victoria tuvo como principal respaldo, otra vez, el juego ofensivo de Marcos Milinkovic, esta vez mejor acompañado por la respuesta colectiva, aunque no lo suficiente para despejar las dudas que sembraron los compromisos anteriores. Argentina mostró en el inicio uno de sus puntos más bajos en el torneo: tuvo deficiencias en la recepción, en la organización del juego y, en consecuencia, fue previsible en ataque. Frente a este esquema, Portugal, conducido con prolijidad por Nuno Pinheiro, marcó diferencias rápidamente. Incluso, por momentos se enredó en protestas con los árbitros que le restaron concentración en el juego. Este desconcierto argentino permitió que los portugueses, sin brillar pero apegados a su libreto, se llevaran el set inicial por 25-21. La tensión del partido aumentó en el segundo período, cuando Argentina protestó un nuevo fallo del árbitro con el marcador 7-6 abajo. En la jugada siguiente, Weber, protagonista de aquella acción, anotó un punto de ataque y se lo gritó en la cara a Pierre Farmer. El incidente exaltó al público y propició la reacción del seleccionado que, sin jugar bien, apeló a su espíritu de lucha para pelear punto a punto el partido. La mano pesada de Milinkovic gravitó en la definición y Argentina emparejó el encuentro con un parcial de 25-22. El seleccionado argentino le dio un poco de sustancia a su juego en el tercer período, con mayor presencia en la red y con Milinkovic efectivo frente a bloqueos dobles y triples. De todas formas, Argentina, que por momentos tuvo amplias ventajas (de hasta siete puntos), tuvo problemas para cerrar el set, aunque finalmente lo hizo por 25-22. El segmento final fue muy parejo y dialogado. Pero con sus argumentos ofensivos y la cobertura defensiva de Pablo Meana, Argentina lo supo resolver a su favor. La victoria, clara, abre un panorama más alentador para encarar la segunda ronda, aunque el seleccionado sabe que aún tiene algunas cuentas pendientes con su juego. (Télam)
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