Belgrado. - Dos años después del derrocamiento del hombre fuerte de Belgrado Slobodan Milosevic, los electores serbios han parado visiblemente los pies a los defensores de una reforma económica rápida. El 31% de los votos logrado por el líder político de los nacionalistas-conservadores, el actual presidente yugoslavo Vojislav Kostunica, hace que éste pase como favorito a la segunda ronda de votaciones por la presidencia de Serbia, mientras que los partidos nacionalistas más radicales lograron en los comicios del domingo, en total, casi un tercio de los votos. Kostunica se ha impuesto con sus advertencias en contra de "vender Serbia" y sus críticas hacia un rápido giro hacia la economía de mercado occidental sobre el reformista económico Miroljub Labus, que logró un 27%. "Hemos estado desde siempre en Europa y por ello me molesta cuando alguien dice que vamos a entrar en Europa", dijo Kostunica tras la jornada electoral, en referencia a la Unión Europea. "No hay que cumplir los requisitos literalmente de la A a la Z", opina, y pretende, como muchos electores, ponerle un freno a los reformistas del primer ministro Zoran Djindjic. Pero los electores también han trazado ahora por primera vez una imagen del futuro paisaje político de Serbia. En él, el líder de los guerrilleros y extremista de derechas Vojislav Seselj tiene un puesto asegurado, gracias al 23% de los votos obtenido el domingo. Este político, que es el candidato deseado de Milosevic, que está siendo juzgado en La Haya por crímenes de guerra, podría tener un papel clave en la disputa entre el bloque de Kostunica y las fuerzas de Djindjic. Si los que hicieron caer a Milosevic, Djindjic y Kostunica, es decir, los creadores de la "nueva Serbia", no se ponen de acuerdo, la "vieja Serbia" podría volver a adquirir influencia. "El mensaje interesante es: los electores dicen que hay tres de ustedes en el Parlamento", explica Zoran Lucic, un experto del grupo de observadores Cesid. Los analistas de esta organización creen que en un futuro Parlamento, que como muy tarde tendrá que ser elegido en 2004, los tres grandes bloques podrían ser sustituidos por un gran número de pequeños partidos y grupos. Ludic contradice la teoría que afirma que la insatisfacción por la forma de vida y la dureza del proceso reformista darán un impulso a los radicales de Serbia. Seselj ha obtenido igual número de votos como su Partido Radical y los socialistas de Milosevic en las elecciones parlamentarias de hace dos años, señala. Kostunica tiene ahora las mejores opciones para decidir en su favor esta lucha por el poder entre los reformistas prooccidentales y las fuerzas nacionalistas. Pero por el momento sólo podrá lograr su objetivo declarado, acabar con el gobierno de Djindjic, con los votos de los nacionalistas y de los desprestigiados socialistas. También necesita de estas voces para la segunda vuelta electoral, el 13 de octubre. Los expertos ya están advirtiendo de que la segunda ronda podría fracasar debido a una participación muy baja. (DPA)
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