Con la mitad del Apertura recorrido, con las posibilidades matemáticas, por supuesto, abiertas para varios, la sensación térmica sugiere que sólo Independiente, dos puntos arriba, y River Plate están en condiciones de pelear seriamente por la corona.
A un toque está Vélez, una fuerza respetable, pero su abuso de juventud le puede jugar en contra en tramos decisivos.
A un toque también está Boca Juniors, pero parece estar rindiendo examen en cada fecha para consolidar o expulsar al técnico y eso suele ser contrario a la necesidad imperiosa de sumar.
A un toque y un poquito más atrás está Rosario Central, cuyas travesuras juveniles parecen tener su techo: por lo pronto, esta vez los goles y los oles los sufrieron en carne propia.
¿Por qué no San Lorenzo de Almagro? Porque no termina de pegar el salto y ponerse la ropa de candidato. Colón versión Bauza (dos ganados y un empate) es para tener un poquito más en observación, pero casi todo apunta a que se entrará en la carrera de dos, Independiente-River, River-Independiente, como la que otras veces protagonizaban Boca-River, River-Boca.
Esto quiere decir que para ellos está casi prohibido perder de ahora en más y que un empate con alguno que no esté en los papeles puede ser fatal para las aspiraciones.
Lo que se les viene
Sólo tienen cinco rivales en común de aquí al final, con idéntica distribución de localías: los dos jugarán afuera con Nueva Chicago, Banfield y San Lorenzo y adentro con Unión y Boca.
Los otros cuatro rivales son distintos. Independiente tiene adentro a Arsenal (algo así como Grondona I versus Grondona II), Estudiantes de La Plata y Rosario Central y afuera a Talleres. River debe recibir a Lanús y Olimpo y visitar a Gimnasia y Esgrima La Plata y Racing Club.
En principio, ninguno de los rivales diferentes asusta, pero los rojos cuentan en total con la ventaja de ser locales en cinco partidos, contra cuatro salidas, al revés que River.
Los dos tienen seis partidos de esos en que algún hincha suele anotarse los tres puntos en el cuadernito antes de salir para la cancha: River con Chicago, Unión, Banfield, Lanús, Gimnasia y Olimpo, e Independiente con Arsenal, Talleres, Estudiantes, Nueva Chicago, Unión y Banfield.
Los chivos de River son con Boca en el Monumental, y con San Lorenzo y Racing de visita. Los filosos de Independiente son con Central y Boca adentro y con San Lorenzo afuera.
Uno de los tres partidos complicados de cada uno, el de San Lorenzo, puede simplificarse y otro neutralizarse perfectamente. ¿Qué fuerza estarán dispuestos a hacerle Boca a Independiente en la penúltima fecha y Racing a River en la última? No olvidar que ya estaremos en vísperas del pan dulce y las vacaciones y se trata de esos partidos en los que es preferible perder para no ayudar al rival más odiado.
En esto también hay una ventaja para los rojos: a River le queda Boca pero a Independiente no le queda Racing, un dato para tener en cuenta.
Por lo tanto, primera percepción, está entre esos dos. Segunda, Independiente tiene tres ventajas: lleva dos puntos, tiene un partido más de local y ya enfrentó al enemigo número uno. Suficiente como para que le alcance para dar la vueltita. ¿Pero no será adelantarse demasiado? (DyN)