El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra; los gobernadores de las provincias que albergan el Mundial; y el secretario de Turismo y Deporte de la Nación, Daniel Scioli, sufrieron ayer el rechazo del público que pobló el estadio Luna Park en la inauguración del 15º Campeonato Mundial de vóleibol. La primera muestra de disconformidad de los espectadores surgió cuando promediaba el acto de apertura: entonces ingresó al campo de juego la bandera de los Estados Unidos y fue recibida con silbidos que bajaron desde las gradas. Sobre el final de la ceremonia, en el momento de los discursos, una mención a Ibarra y a los gobernadores provinciales despertó otro fuerte rechazo de los asistentes. Pero el que vivió una situación más comprometida fue Scioli, quien tuvo que apurar sus palabras de bienvenida que apenas se oyeron frente a la sostenida silbatina general. En lo que hace al acto, música, bailes, juegos de luces y la emoción de una multitud ante la entonación del Himno Nacional argentino fueron los elementos característicos. La presencia de Jairo y Patricia Sosa le dieron brillo a una fiesta en la que no faltó nada. La dirección artística de la inauguración estuvo a cargo del cantante rosarino Juan Carlos Baglietto.
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