Año CXXXV
 Nº 49.609
Rosario,
domingo  22 de
septiembre de 2002
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Las opciones militares para invadir a Irak ya están en poder de Bush
Bombardeos con aviones B-2 o ataque terrestre desde Kuwait. Nuevo desafío de Saddam

Washington. - Los estadounidenses anunciaron ayer que el presidente George W. Bush dispone de todas las opciones militares que contempla el Pentágono para atacar a Irak, mientras que Saddam Hussein afirmaba que rechazará cualquier nueva resolución de la ONU que le imponga condiciones a su desarme. El presidente estadounidense dispone desde inicios de septiembre de todas las opciones militares del Pentágono para lanzar un eventual ataque contra Irak, dijo en una entrevista al diario The New York Times el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. "El presidente tiene ahora en sus manos las opciones, pero no tomó ninguna decisión", sostuvo Fleischer. Hasta ahora, el vocero afirmaba regularmente a la prensa que Bush no tenía "ningún plan sobre su escritorio".
El general Tomy Franks, comandante de las fuerzas estadounidenses en el golfo Pérsico, manifestó ayer en Kuwait que las fuerzas estadounidenses en el Golfo están listas para una eventual ofensiva militar contra Irak. "Estamos listos a hacer todo lo que nos pidan hacer", sostuvo.
Según el New York Times, citando fuentes del Pentágono, estas opciones, muy detalladas, fueron enviadas al presidente antes de su discurso ante la ONU la semana pasada, por el propio general Franks, quien luego las presentó al Estado Mayor Conjunto. Las fuentes no dieron detalles sobre los planes considerados, pero destacaron que cualquier ataque comenzaría por una campaña de bombardeos con aviones B-2 para destruir la cadena de comando, el cuartel general y las defensa antiaéreas de Irak. El objetivo principal de estos ataques sería cortar las comunicaciones que salen de Bagdad para aislar al presidente iraquí Saddam Hussein de las tropas en el terreno.
El ataque también se produciría en tierra con decenas de miles de soldados, a partir de Kuwait y quizás desde otros países de la región, destaca el diario. The New York Times señala que el Pentágono considera enero y febrero como los meses más propicios para un ataque.

Bagdad amenazante
En tanto, Irak advirtió que no aceptará una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que le imponga nuevas condiciones para su desarme, informó un portavoz oficial, tras una reunión entre el presidente Hussein y varios altos funcionarios iraquíes. El portavoz se refería a una carta enviada el lunes pasado por el jefe de la diplomacia iraquí, Naji Sabri, a Kofi Annan y en la cual Bagdad comunicaba que aceptaba sin condiciones el regreso de los expertos en desarme de la ONU.
La decisión anunciada por el portavoz oficial fue tomada durante una reunión presidida por Saddam y en la que participaron, entre otros, el vicepresidente, Yaha Yassin Ramadan, el viceprimer ministro, Tarek Aziz, y el ministro Sabri. El comunicado iraquí dijo que el anuncio era una reacción a los intentos de los "funcionarios estadounidenses de conseguir otras resoluciones a través del Consejo de Seguridad de la ONU".
A pesar de la aceptación por parte de Irak de un regreso incondicional de los inspectores, Washington sigue reclamando una nueva resolución del Consejo de Seguridad, que incluya el recurso a la fuerza contra Bagdad si no respeta sus compromisos. Washington empezó a discutir con Londres un proyecto de texto, que prevé una acción militar si Bagdad no acepta las inspecciones "sin condiciones, retraso ni maniobras", según el jefe de la diplomacia británica, Jack Straw.
Desde los pasillos de la ONU en Nueva York hasta los del Capitolio en Washington, la administración Bush ha intensificado su campaña contra Irak, con la que está en juego buena parte de su crédito político, diplomático y hasta militar. Los próximos días y semanas serán decisivos para el presidente estadounidense, quien quedó a contrapié en la ONU por Bagdad en la cuestión del ingreso de inspectores de armas a su país, pero que de todos modos libra ahora su batalla ante el Congreso para obtener apoyo al uso de la fuerza. El mandatario busca que la aprobación en el Congreso, con votos tanto de republicanos como de demócratas, de una resolución que autorice el uso de "cualquier medio necesario" para obligar a Irak a desarmarse, le dé la munición necesaria para las difíciles transacciones internacionales que tendrá por delante y para darle más credibilidad a la posibilidad de una intervención militar.
Según informaciones de prensa, EEUU tiene 30.000 soldados ya estacionados en los estados del Golfo, de los cuales habría 8.000 en Kuwait, donde planea transportar a fines de septiembre a otros 2.000 soldados. El general Franks, que finalizó ayer una visita de tres días a Kuwait, se entrevistó ya con el liderato kuwaití sobre la crisis iraquí, al tiempo de participar en Camp Doha en una conferencia de comandantes de las fuerzas estadounidenses en la región. (AFP, DPA y Reuters)



Saddam rechazará otra resolución sobre el desarme.
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