Cristina Fernández de Kirchner comenta que en la Cámara de Senadores se están investigando las denuncias por presuntas coimas que habrían reclamado algunos de sus pares a banqueros, pero también admite que es "muy escéptica" porque -afirma- "Argentina es un país clandestino, todos hablan en off, todos hablan fuera de micrófono, pero nadie lo hace en la banca o donde se tiene que sentar y decir las cosas". Y agrega, con mayor firmeza: "La corrupción no puede ser solamente peleada desde un lugar institucional por un legislador, dos o tres, tiene que ser un compromiso un poco más amplio de la sociedad y de los sectores que la integran". A pesar del creciente descreimiento que tiene la mayoría de los dirigentes, la senadora defiende la actividad política. "No alcanza con echarle la culpa únicamente a los políticos sin revisar conductas de dirigentes empresariales, sociales, sindicales, los roles de las iglesias y del propio periodismo", contraataca.
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