Tres años atrás un grupo de científicos entre los que se encontraban Aníbal Figini, director del laboratorio de Carbono 14 de la Universidad de La Plata, investigador del Conicet y catedrático, y Carlos Ceruti, licenciado en arqueología y director del Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas de Paraná, fueron los encargados de ilustrar al público que había asistido a la conferencia "Una ventana al pasado", realizado en el Centro Cultural de esta ciudad, sobre la vida cotidiana del hombre que miles de años atrás habitó estas llanuras. Un mes atrás, Basavilvaso y Flores habían presentado en sociedad al Hombre de Las Marías, un esqueleto hallado durante la retracción de las aguas de la laguna que lleva ese nombre y que Figini dató con una antigüedad de dos mil años, a través del método del Carbono 14. El método consiste en determinar la concentración de C-14 en el fósil cuya edad se desea conocer ya que dicha cantidad guarda una relación constante con el tiempo transcurrido; cuando un ser muere la concentración de C-14 que contiene comienza a declinar a un ritmo conocido: cada 5.568 años se reduce a la mitad. "Saldar la distancia que nuestra civilización impone entre pasado y presente es uno de los objetivos que impulsan a la exploración arqueológica en esta ciudad, señaló en aquel entonces el arquitecto Carlos Fernández. El distrito cañaseño, fue declarado como zona de protección y resguardo, explicó entonces, Osvaldo Rinaldi, impulsor de las tareas desarrolladas por Basavilvaso y Flores.
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