Año CXXXV
 Nº 49.609
Rosario,
domingo  22 de
septiembre de 2002
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El partido dio por tierra con varios récords

El partido de dobles en el que Argentina derrotó a Rusia se ganó un lugar en la historia del certamen, quebrando o igualando cuatro récords estadísticos.
Los argentinos David Nalbandian y Lucas Arnold derrotaron a los rusos Marat Safin y Yevgeni Kafelnikov en cinco sets, luego de batallar durante seis horas y 20 minutos, en el que fue el partido de mayor duración en la Copa Davis desde la introducción del tie break en la competencia, en 1989.
El récord hasta ayer estaba en manos del austríaco Horst Skoff y del sueco Mats Wilander, que en 1989 jugaron durante seis horas y cuatro minutos un partido de singles.
Hubo partidos más extensos en la historia, como el de seis horas y 22 minutos entre Wilander y el estadounidense John McEnroe en 1982, o el de McEnroe y el alemán Boris Becker de seis horas y 21 minutos en 1987, pero ambos se jugaron cuando el reglamento de la Davis no contemplaba resolver sets en tie break.
Los 36 juegos del sets final son, además, la mayor cifra en la historia de un set en el Grupo Mundial desde la introducción del tie break.
Curiosamente Nalbandian-Arnold quebraron un récord del que participaron otros argentinos hace 12 años, Christian Miniussi y Javier Frana, que cayeron por 15-13 en el quinto set de la semifinal ante Australia, representada por Darren Cahill y Mark Kratzmann.
Alejandro Gattiker, capitán del equipo argentino aquella vez, lo es también en esta ocasión.
El 19-17 es, además, el set final más largo en toda la historia del Grupo Mundial de la Copa Davis, y el segundo tras un 23-21 disputado en 1993 entre una pareja jamaiquina y otra salvadoreña.
Y los 77 games disputados ayer ponen al partido como el de mayor cantidad de juegos en un dobles por el Grupo Mundial. Los estadounidenses Paul Annacone y Ken Flach ante los australianos Pat Cash y John Fitzgerald jugaron también 77 juegos en 1986, lo mismo que los españoles Sergio Casal y Emilio Sánchez ante los paraguayos Francisco González y Víctor Pecci, en 1987.


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