Los asaltos a edificios, según un investigador policial, es una modalidad en auge desde que el denominado "corralito" financiero impulsó a que mucha gente dejara de guardar su dinero y objetos valiosos en los bancos para pasar a hacerlo en sus hogares. El 12 de septiembre último, un grupo de asaltantes armados e intercomunicados con teléfonos celulares copó un edificio del barrio porteño de Belgrano y, tras amenazar con armas al encargado y a varios vecinos, robó en departamentos y maltrató a sus ocupantes. El episodio ocurrió en el edificio situado en Conesa 2151, entre Juramento y Mendoza, donde los delincuentes se apoderaron de dinero y alhajas y escaparon ni bien sospecharon que estaba por llegar la policía. Por otra parte, el domingo pasado, un edificio de oficinas de la zona de Monserrat fue escenario de un asalto similar. Una banda integrada por seis asaltantes que había montado un centro de operaciones delictivo en un departamento saqueó durante casi seis horas una treintena de oficinas de ese mismo edificio, y se llevó dinero en efectivo y computadoras. La banda, que desde hacía un mes había alquilado un departamento del edificio de Perú 359, tomó como rehén al encargado, a su hijo y al dueño de una oficina y comenzó con los robos. Munidos de herramientas específicas, los delincuentes se tomaron casi seis horas para robar en varias oficinas y escapar con alrededor de 25.000 dólares y objetos de valor. En ese caso el asalto no pudo ser frustrado por la policía, quien llegó casi dos horas después de recibir la denuncia telefónica. (Télam)
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