Al cabo de una semana marcada por una escalada de las presiones internacionales para aleccionar a la Argentina sobre los pasos a seguir en torno a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno encauzó ayer una estrategia para enfrentar la situación. Tras una prolongada reunión celebrada ayer en la Casa Rosada, las autoridades gubernamentales marcaron dos vías de acción. El ministro de Economía, Roberto Lavagna salió a ponerle paños fríos a la encrespada verbal de los últimos días. Reconoció ayer que la principal traba para alcanzar un acuerdo con el organismo multilateral es la falta de consenso político, pero se mostró confiado en poder despejar "las dudas" antes de los próximos vencimientos que debe afrontar la Argentina para así evitar el default con las entidades de crédito. Por su parte, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, propuso ayer una fórmula de "gran acuerdo nacional", que involucre a los tres poderes del Estado y los precandidatos presidenciales, para asegurar un clima de "convivencia" política.
Después de una reunión en la Casa Rosada, donde se analizó las distintos requisitos del FMI para llegar a un acuerdo, los dos funcionarios salieron al ruedo. Lavagna aseguró que "el país tiene plena voluntad de permanecer en la comunidad financiera internacional y cumplir con sus compromisos", aunque resaltó que "al mismo tiempo tiene compromisos internos que son absoluta prioridad".
"Los propios representantes del Fondo han dicho que hay una gran parte del trabajo hecho, que técnicamente ya no hay diferencias", señaló el titular de Economía, tras lo cual remarcó: "Hay algunas dudas sobre cuestiones políticas y vamos a tratar en estas cuatro o cinco semanas que quedan despejar esas dudas y cumplir con los objetivos al mismo tiempo".
En tanto, Atanasof apuntó que "sería bueno" avanzar hacia una suerte de pacto de "convivencia" entre el Ejecutivo, el Congreso y la Corte Suprema con el objetivo de evitar fricciones que entorpezcan las negociaciones con el FMI. Como resultado práctico de estos enunciados y mientras prosiguen las negociaciones con la Corte Suprema para destrabar el conflicto juicio político v. amparos, el ministro del Interior, Jorge Matzkin, se reunió con los jefes parlamentarios del oficialismo para articular una agenda de temas a tratar por el Congreso de la Nación.
Argentina debe pagar el 9 de octubre unos 850 millones de dólares al Banco Mundial, que pueden prorrogarse por un mes, un plazo que ahora parece haberse convertido en un límite definitorio para las negociaciones. Lavagna evitó entrar en la polémica que envuelve a la dirigencia argentina sobre si se deben utilizar las reservas del país para pagar los vencimientos y evitar el default con los organismos. "No es ni sí ni no" respondió el ministro al ser interrogado explícitamente sobre esa posibilidad y remarcó que lo que "hacemos es trabajar para combinar los objetivos que tienen alguna tensión entre sí".
Mientras tanto, fuentes del Palacio de Hacienda y del Banco Central (BCRA) dejaron trascender que se evitará pagar los vencimientos de octubre con reservas. El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, afirmó ayer que "en principio no hay intenciones de utilizar reservas" para cubrir los pagos de deuda previstos para este año.
Con el objetivo de poner paños fríos sobre las declaraciones cruzadas que se produjeron entre funcionarios del FMI y miembros del gobierno argentino, Lavagna dijo en horas de la tarde que no va a ponerse "nervioso" ni "a contestar inútilmente". Sostuvo que "hay vencimientos importantes que son sobre mediados de noviembre y en consecuencia hay tiempo".
Acerca de las dudas en el campo político Lavagna reveló que el director gerente del FMI, Horst Koehler, le dijo al presidente Duhalde, su preocupación por "algunas iniciativas que están en el Congreso, que generan inestabilidad en los bancos y a algunas que están en la Justicia".
Entre los conflictos se anotan las iniciativas de senadores para reestablecer un impuesto del 2% a las transacciones financieras e imponer que las casas matrices de los bancos extranjeros se hagan responsables por los fondos de sus filiales. En el área judicial están pendientes todos los fallos en relación al corralito financiero y la pesificación de depósitos y préstamos.
Dar una señal
Atanasof calificó de como "positivo" que se logre avanzar en la concreción de un "acuerdo nacional" con los precandidatos para darle al FMI garantías que despejen la incertidumbre política, un tema que fue analizado el jueves por el titular del organismo, Horst Koehler, en la conversación telefónica que sostuvo con Duhalde. El número uno del Fondo mantuvo ayer una reunión en Washington con el embajador Diego Guelar, aunque no trascendieron los términos de esa charla.
El ministro insistió en que "algunos pedidos del organismo no dependen absolutamente del Ejecutivo" y en ese sentido hizo referencia al tema de los amparos de los ahorristas que está en la Justicia.
El funcionario aseguró que la reunión que sostuvo el presidente de la Corte, Julio Nazareno, y Matzkin, estuvo destinada a resolver temas vinculados a las elecciones y "lo demás son especulaciones".