Santa Fe.- Un total de 59 homicidios se registraron en lo que va del año en zonas del ejido urbano y distritos aledaños de esta ciudad, según los datos estadísticos que maneja la Unidad Regional I.
Estos gravísimos hechos de violencia extrema se han registrado en su casi totalidad en los barrios marginales de Santa Fe, así como en sectores de la costa. Los barrios donde más se han reiterado los episodios de la crónica roja son los de Santa Rosa de Lima, San Agustín y Yapeyú.
En los últimos 25 días han ocurrido homicidios a razón de casi uno por día y los juzgados de instrucción se encuentran abarrotados por estos casos que se están investigando.
Los altos índices de indigencia y desempleo que se registran en los sectores carecientes de la ciudad sin duda han contribuido al incremento de estos episodios, aunque ello no quiere significar que deban considerarse sinónimos pobreza y delincuencia.
Los graves hechos que tuvieron como epicentro el barrio La Ranita días atrás hicieron que las autoridades tomaran diversas medidas de mayor contralor, al tiempo que los jueces de instrucción han ordenado allanamientos en los sectores de la ciudad considerados como los más peligrosos, produciéndose detenciones de sujetos con antecedentes y la incautación de diversas armas de fuego.
A lo anterior se debe añadir la constitución en los barrios de comisiones comunitarias, con la participación de autoridades policiales y municipales, así como la presencia de efectivos de la Policía Federal y de Gendarmería que han reforzado la vigilancia y otras tareas de prevención en sitios estratégicos.
No obstante, se han seguido reiterando los homicidios de gente generalmente joven, cuando no adolescente. También se verifican de manera reiterada los enfrentamientos entre integrantes de bandas que suelen terminar con saldos luctuosos.
El jefe de la Unidad Regional I, comisario Osvaldo Miranda, comentó a La Capital que aunque los datos estadísticos sobre el delito siguen siendo preocupantes "se viene realizando un constante trabajo de prevención que está dando sus resultados".
En tal sentido puntualizó que las propias estadísticas señalan que, comparando entre este año y el año pasado, se registran bajas de significación y así en julio del presente año hubo 37 hechos delictivos menos que en julio de 2001, en tanto que en agosto pasado se registraron 41 hechos menos que en agosto del año anterior. "También es significativa la baja en el actual mes", precisó el funcionario policial.
Miranda reconoció que la tarea que cumplen los efectivos federales ha posibilitado aumentar las medidas preventivas, pero también destacó que "el trabajo de contención del delito ya se estaba haciendo sentir antes de que llegaran esos refuerzos".
El episodio que puso de relieve el drama de la inseguridad ocurrió entre la noche del miércoles 21 de agosto y la mañana del jueves 22, cuando vecinos del barrio La Ranita (en el extremo noroeste de la ciudad) y de otros, aledaños, a riesgo de sus vidas voltearon las precarias viviendas en las que estaban asentados integrantes de bandas de delincuentes, obligándolos a refugiarse en otros sectores periféricos de la ciudad.
En la circunstancia también formularon fuertes denuncias contra policías de la seccional 7ª, razón por la que se dispuso su intervención y el traslado de la mayor parte de sus efectivos, mientras se sustancia el correspondiente sumario cuyos resultados aún no se conocen.
En La Ranita y barrios cercanos la policía aumentó el patrullaje, a lo que se sumaron efectivos de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE). Cuando estas tropas descansan son reemplazadas por el Grupo de Operaciones Especiales (GOE), de características similares a las TOE y que depende de la Unidad Regional I.
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La Ciudad
