Un grupo de delincuentes secuestró y mantuvo cautivo al dueño de un restaurante mientras otro grupo, que integra la misma banda, ingresaba en la casa particular donde dormía su familia en busca de dinero y objetos de valor. La acción, diseñada y ejecutada por ladrones muy profesionales, responde a una modalidad no habitual en Rosario y por eso inquietó a la policía local. Lo que robaron de la casa no quedó del todo aclarado. En la investigación, por la noche, se había determinado que al comerciante le quitaron 250 pesos del bolsillo y que de la vivienda se llevaron cerca de 1.500 dólares y alhajas. El trance por el que atravesó la familia de Horacio Victoriano Gamarra, de 64 años, fue duro. Los delincuentes actuaron con mucha serenidad, a cara descubierta, sin recurrir a golpes o insultos para amedrentar a sus víctimas. "Venimos a buscar la plata, no a asesinar personas", dijeron cuando ingresaron a la casa del empresario en el momento en que su mujer, su hija y su nieta eran despertadas a punta de pistola. Gamarra es el dueño de El Cencerro, un restaurante y parrilla que queda en Moreno y Cochabamba, frente al parque Independencia y a una cuadra de los Tribunales provinciales. Fuentes de la policía indicaron que el secuestro y posterior asalto a la vivienda fue perpetrado por gente que conocía los movimientos del comerciante. "Probablemente lo hayan seguido unos días sin que hubiera detectado algo extraño", opinó un policía. Eran aproximadamente la 1.30 y recién había cerrado el local. Gamarra ya se había subido a su Renault9 blanco para ir a su casa cuando apareció otro vehículo, con varias personas en su interior, que frenó a su lado. El empresario vive en Cochabamba al 1200, a ocho cuadras de donde fue interceptado. Fuentes policiales sostuvieron ayer que el grupo de ladrones estuvo integrado por al menos cinco hombres. Tres fueron directamente sobre Gamarra, lo redujeron en el interior de su propio coche, le ataron las manos con cinta adhesiva de embalar, le sustrajeron las llaves de su casa y enseguida salieron con rumbo desconocido. El resto de la banda, con las llaves en su poder, se puso en marcha con el mismo auto con el que habían llegado. A partir de ese momento, Gamarra fue llevado por distintos lugares de la ciudad que no pudo identificar porque iba agachado. De acuerdo a lo informado por el comisario Daniel Pool, jefe de la seccional 5ª, el periplo del empresario con sus captores duró cerca de diez minutos. Durante ese lapso, los dos hombres que se quedaron con las llaves fueron hasta la casa de Cochabamba entre Mitre y Entre Ríos. Ingresaron directamente por la puerta de calle. La mujer, una de las hijas y una nieta de Gamarra dormían cuando los ladrones entraron con toda normalidad por la puerta de calle. "No queremos matar a nadie, sólo buscamos el dinero", dijeron mientras revolvían cada metro de la casa. Pool aseguró que los delincuentes se retiraron en pocos minutos cuando no encontraron nada de valor para llevarse. "Actuaron con gran profesionalismo, sin agredir a nadie y después se retiraron", acotó. Otras fuentes dijeron un poco más temprano que en realidad la banda se apoderó de 1.500 dólares y joyas de oro. Gamarra fue abandonado en Sarmiento y Riobamba, a cinco cuadras de su casa, sin el menor rasguño. Los ladrones sólo le advirtieron que se quedara recostado en el piso y que no levantara la cabeza por unos minutos. No le hicieron daño, pero se fueron con las llaves de su auto. Pasado un tiempo razonable, el dueño de la parrilla pudo salir del coche, se desató y caminó hasta su casa. Al llegar se encontró con móviles del Comando Radioeléctrico y su mujer lo recibió con un lacónico "Nos robaron". En ese momento se tomó noción de que fue un golpe perfectamente organizado. El comisario Pool se mostraba optimista con respecto a la resolución del caso. "Con la investigación y la ayuda de Dios vamos a dar con esta gente", remarcó el jefe de la 5ª.
| La casa de Gamarra. Fue detenido al salir de su parrilla. (Foto: Gustavo de los Ríos) | | Ampliar Foto | | |
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