Casilda. - Las empresas metalúrgicas de esta ciudad y su zona comienzan a recuperar sus niveles de venta en el mercado interno como consecuencia de la reactivación que viene experimentando el sector agrícola, la principal actividad económica de una zona que, a pesar de ser castigada por la crisis en los últimos tiempos, aún mantiene su perfil productivo.
Industrias que a fines del año pasado estuvieron al borde del cierre hoy trabajan a buen ritmo y con perspectivas de crecimiento. No ocurre lo mismo con el comercio local que aún sigue en receso porque el asalariado (el principal consumidor casildense) "perdió poder adquisitivo y capacidad de compra".
El aumento en los márgenes de rentabilidad a partir del acomodado precio de los cereales y la poca credibilidad en los bancos son las principales razones por las cuales los productores deciden invertir sus ingresos fundamentalmente en herramientas de trabajo. Algunas fábricas de cosechadoras y de sembradoras están abarrotadas de pedidos. A esto se suma otro indicador económico vinculado con el boom del campo: creció la demanda en la compra de tierras rurales, aunque prácticamente ningún agricultor quiere vender ya que la rentabilidad que percibe por su actividad le resulta más atractiva que hacer una operación inmobiliaria, excepto que no tenga otra alternativa. A instancias de este fenómeno la venta de camionetas y automóviles también está en ascenso y además se nota un repunte en la industria de la construcción.
Sin embargo y a pesar de que esta situación garantiza continuidad laboral a los trabajadores fabriles de la zona, no se generaron mayores puestos de empleo, a diferencia de lo que se esperaba. "A pesar de que se produjo una apertura en el mercado de consumo de herramientas para el campo prácticamente no hubo toma de personal", aseguró el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) del departamento Caseros, Marcial Gallo, quien además se quejó por los bajos salarios.
El dirigente, si bien reconoció el crecimiento de la actividad industrial, sostuvo que "si no se define una política de la planificación industrial para el país dentro de dos o tres años vamos a tener nuevamente serios problemas".
Buenas perspectivas
"La recuperación de la producción agrícola está repercutiendo en la venta de maquinarias. Y eso se nota en las principales empresas de nuestra ciudad como Gherardi e Hijos, Marani, Acoplados Gentili, Silos Bacalini, entre otras", aseguró el presidente del Centro Económico del Departamento Caseros, Hugo Racca.
"Recordemos, por ejemplo -añadió el dirigente-, que en el verano pasado la firma Gherardi atravesó por una situación desesperante y hoy afortunadamente tiene a todo su personal ocupado. Algo similar ocurrió con Marani que hace un tiempo tuvo que despedir personal para no cerrar y, ahora, tiene encargadas unas veinte cosechadoras".
"Estos son indicadores concretos de una reactivación económica a instancias del hombre de campo que en vez de depositar su dinero en los bancos compra maquinarias", insistió Racca. "Hubo empresarios locales -recordó- que durante el último año no tenían ventas y actualmente están realizando importantes operaciones, lo cual abre buenas perspectivas de futuro para todos".
A diferencia del sector industrial la actividad comercial en Casilda y la zona sigue soportando los embates de la recesión. "Es muy tibia o prácticamente no se ve una recuperación en el comercio local ya que a partir de la devaluación el precio de los productos aumentó y los asalariados perdieron poder adquisitivo y capacidad de compra", comentó Racca.
"El único rubro del comercio -agregó- que se está moviendo es el vinculado con la industria de la construcción. Como se están edificando viviendas, también a raíz del movimiento generado por la cosecha de cereales, se necesita de distintos insumos y además de oficios como albañiles, carpinteros y herreros".
Racca también confirmó que "aumentó la demanda en la compra de campos, pero no hay oferta porque los chacareros son conscientes de la rentabilidad que implica hoy la actividad agrícola".