Siete tenistas argentinos figuran desde ayer entre los cincuenta mejores del mundo, algo que ocurre por primera vez desde la creación del ránking de la ATP hace casi 30 años. Para que ello ocurra se dio el importante ascenso, de diez escalones, del misionero José Acasuso, que fue del lugar 56 al 46 por su participación en la final del ATP de Bucarest, Rumania. Chucho se unió así a los otros seis tenistas argentinos que ya habitaban, desde mediados de julio, ese lote de privilegio internacional: Guillermo Cañas (15º), David Nalbandian (18º), Gastón Gaudio (21º), Juan Ignacio Chela (22º), Agustín Calleri (49º) y Mariano Zabaleta (50º). Ningún país tiene tantos jugadores entre los 50 mejores. España cuenta con 6, Estados Unidos 5, Rusia y Francia 3, Suecia, Chile, Inglaterra, Alemania y Suiza, 2. Pero vale hacer la salvedad que España tiene a tres top ten, Estados Unidos a dos y Rusia a otro par; mientras, el mejor argentino está en el puesto 15. También se acerca a ese lote el rufinense Guillermo Coria quien, tras haber llegado a la definición del ATP de Brasil, ascendió del casillero 70 al 57. En tanto, Franco Squillari, cuartofinalista en el torneo rumano, pasó del 100º al 89º lugar. Hubo también otros ascensos para tener en cuenta entre los tenistas argentinos. Mariano Puerta (semifinalista en el challenger de Sofía) se acerca al lote de los cien mejores y ya está 127; Marcelo Charpentier volvió a ocupar un lugar entre los top 200 (es 196); Federico Browne mejoró casi cien puestos por su victoria en Ucrania (subió 98 lugares y es 294) y el junior Carlos Berlocq apareció por primera vez entre los trescientos (299). (Dyn)
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