La primera aparición de la Virgen María sucedió en San Nicolás, el 25 de septiembre de 1983. Así lo contó Gladys Quiroga de Motta -una mujer humilde que en ese entonces tenía 48 años-, quien estaba rezando el Rosario cuando vio la imagen de la Virgen extendiéndole la mano. Por miedo a que la tomaran por loca, decidió callar. Pero el 7 de octubre, la imagen volvería a manifestarse en la habitación de la mujer, quien esta vez se animó a preguntarle qué quería de ella. Entonces apareció una luminosidad mostrando en el centro la imagen de un templo enorme. Gladys decidió comentarle al padre Carlos Pérez lo que le estaba sucediendo, ya que necesitaba expresar sus visiones a alguien confiable. Pero el sacerdote le recomendó guardar silencio. En las apariciones que se sucedieron desde el 25 de septiembre hasta el 12 de octubre, la Virgen se presentó en perfecto silencio. Pero el 13 de octubre, según relató Gladys, le habló: "Has cumplido, no tengas miedo. Ven a verme, de mi mano caminarás y muchos caminos recorrerás". Gladys es una mujer que no tuvo mucha formación escolar, apenas cursó el cuarto grado de la escuela primaria. No conocía los textos bíblicos; sin embargo, recordaba en forma exacta lo que la Virgen le decía, que generalmente eran citas de la Biblia. Con el fin de ver la imagen de la Virgen, Gladys fue a la catedral. El padre Pérez la condujo por las diferentes imágenes, pero ninguna concordaba con la que tenía la mujer en su memoria. Luego, el sacerdote recordó que existía una imagen de María en el campanario de la iglesia. Cuando la vio, Gladys la reconoció enseguida. Era la imagen de María del Rosario y había sido enviada desde Roma bendecida por el Papa León XIII. Llegó al pueblo de San Nicolás en 1884 y fue oficialmente emplazada en la parroquia el 25 de septiembre de ese año. "Me tenían olvidada, pero he resurgido. Ponedme allí porque me veis tal cual soy", le dijo María a Gladys. La imagen fue sacada del lugar y enviada a restaurar. En ese momento le colocaron el rosario de madera en sus manos, como lo tenía antiguamente. Además, la Virgen le aseguró a Gladys que ella era la patrona de ese lugar y que por eso debía llamarse María del Rosario de San Nicolás. Gladys Motta vive actualmente en San Nicolás. Está recluida en su casa y muy pocos la ven. La última aparición de la Virgen habría sido en febrero de 1990.
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