Año CXXXV
 Nº 49.602
Rosario,
domingo  15 de
septiembre de 2002
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Camino a la Virgen. Unas 70 mil almas salieron de Rosario
Los jóvenes fueron el alma de la peregrinación a San Nicolás
El trabajo, la paz y la salud movieron a una multitud. Hoy, a las 7.30, monseñor Mirás dará una misa

Una vez más los fieles demostraron su devoción por la Virgen de San Nicolás. Miles de personas comenzaron a marchar ayer apenas pasado el mediodía hacia la ciudad bonaerense, donde hoy, a las 7.30, participarán de la misa que el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Vicente Mirás, dará en el santuario de la Virgen. El trabajo, la fe, la salud y la paz del mundo fueron algunos de los motores que hicieron que jóvenes, chicos y familias enteras marcharan los 70 kilómetros que separan a Rosario de San Nicolás. Pero fue la presencia masiva de jóvenes y los pedidos para que el país salga adelante los que marcaron esta décima edición de la ya tradicional peregrinación.
"Es impresionante ver esta demostración de fe", aseguró Alejandro Fortini, uno de los coordinadores de la procesión, mientras contaba que había diez kilómetros de la ruta absolutamente invadidos de gente.
Los efectivos policiales estimaron que eran unas 70 mil personas las que participaron esta vez, mientras que los organizadores calcularon que la cifra podía ascender a casi cien mil fieles. "Este año está participando mucha más gente que los anteriores, es como que todo el mundo se quiso sumar al encuentro", aseguró Fortini.
Pero lo cierto es que cada vez son más chicos los que participan de la procesión. "La presencia de los jóvenes es impresionante y cada año que pasa es mayor", destacó el coordinador del encuentro. Con grabadores sobre la espalda o tocando la guitarra, fueron los chicos los que hicieron que el camino pareciera más corto.
Los que aún tienen salud y trabajo fueron para agradecer; otros, en cambio, llevaban sus pedidos a cuestas. Y por supuesto, muchas promesas cumplidas significaron que algunos tuvieran que volver este año al templo que la Virgen tiene en San Nicolás.
Pablo, de 52 años, era la primera vez que caminaba los 70 kilómetros. "Vengo a agradecer por mi trabajo y a pedir por la paz", confesó, mientras que Claudia, su amiga, aseguró que se le cumplió una promesa y fue a agradecerle.
Y los casos se repetían. Franco tiene 18 años y desde los 14 va caminando a San Nicolás. "Pido por mi familia, que es lo más importante", dijo el adolescente, que no marchaba solo. Su amigo Félix, de 17 años, contó: "Es la primera vez que voy, porque tengo a mis viejos desocupados y quiero pedirle para que haya más trabajo en mi casa".
Para otros se trata de "demostrar la gran fe que existe ante tanta desesperanza". Al menos eso aseguró Graciela, una mujer de 54 años que desde hace una década va todos los años a San Nicolás.
Así, con amigos, solos, en pareja, empujando el cochecito de sus hijos o levantando banderas argentinas, todos caminaron. Es más, si bien la salida estaba prevista para las 14.30, desde Arijón y Ayacucho, muchos salieron de Rosario a las 12 para poder ganar unas horas de descanso.
Pero el cansancio llega. Y los fieles realizaron su primera parada en Pueblo Esther y la segunda en Arroyo Seco, donde en la plaza San Martín los esperaban los puestos de choripanes, panchos, bebidas, facturas y tortas. Y claro que si alguien se había olvidado de llevar un bastón para ayudarse cuando la fatiga apremiara, podía comprarlo allí a un peso.
El último descanso lo realizaron en Pavón. Y, según dicen los experimentados, "el que se levanta y puede caminar después de parar en Pavón, llega a San Nicolás sin ayuda". Claro que el que necesita auxilio, lo tiene. Además de los 180 médicos y paramédicos que participan del operativo, muchos fieles van con camionetas de auxilio al costado del camino ayudando a quienes lo necesiten. "Vamos llevando a la gente que ya no puede avanzar más", contó Manuel, que desde hace seis años cumple esa función en el camino.



Los chicos se unieron para hacer más corto el camino. (Foto: Daniel Carrizo)
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