Una supuesta alerta terrorista en el sur de Florida desató ayer una verdadera psicosis mediática, pese a que el gobernador del estado, Jeb Bush, hermano del presidente consideró en principio carente de fundamento. Tres hombres, supuestamente de origen islámico, que según una testigo pretendían cometer un atentado en Miami, fueron detenidos en la madrugada del viernes en una carretera del sur de Florida cuando circulaban a bordo de dos automóviles. La policía no encontró ningún explosivo a bordo de los vehículos, tras una espectacular búsqueda mientras retenía a sus ocupantes en una camioneta policial. Los tres hombres, que no han sido encausados y residen legalmente en EEUU, serían estudiantes de medicina que iban a Miami a asistir a un curso. (AFP)
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