La cúpula de Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunirá el próximo martes para definir si avanza hacia la redacción definitiva de una carta de intención con la Argentina o si aún el país necesita profundizar avances para acceder al acuerdo. Del crucial encuentro participarán el director del FMI, Horst Köhler; la vicedirectora gerente del organismo internacional, Anne Krueger; y el jefe para el Hemisferio Occidental, Anoop Singh. Durante la reunión se analizará el resultado de las últimas misiones que el FMI envió a la Argentina y las conclusiones a las que se arribaron tras el paso del secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, y del presidente del Banco Central (BCRA), Aldo Pignanelli, por los Estados Unidos. Ambos funcionarios cerraron ayer su gira a los Estados Unidos y emprendieron regreso a Buenos Aires, luego de haberse entrevistado en la mañana de ayer con el subsecretario del Tesoro de los Estados Unidos, John Taylor, y los responsables del caso argentino en el FMI. Las deliberaciones que mantuvieron los funcionarios argentinos estuvieron enmarcadas por las habituales declaraciones de las autoridades económicas americanas. Tanto Taylor, como su jefe Paul O'Neill, reiteraron que están satisfechos con algunos avances logrados por el gobierno argentino, pero inmediatamente remarcaron que aún quedan varios temas pendientes de resolver (ver aparte). Si bien desde ambas partes se admite que los calificados "números técnicos" están casi acordados, ahora al FMI lo desvela el tema del goteo por amparos y la falta de cohesión política en la Argentina. La situación de los amparos se reflotó durante el viaje de Nielsen y Pignanelli -hablaron de un plan de contingencia- pese a que cuando terminó la última misión del FMI en Buenos Aires se había dicho que este tema estaba encaminado pues "estaba perdiendo lógica económica".
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