Gustavo Conti / La Capital
Los periodistas que cubrieron ayer la práctica de Rosario Central en Palos Verdes se quedaron con la misma impresión: Luciano Figueroa, con un cuadro de anginas y de acuerdo a las palabras del médico, se perderá el encuentro de mañana frente a Colón. Sin embargo existen algunos indicios como para que el hincha auriazul todavía guarde un poco de esperanza de ver al delantero en la cancha. Las propias palabras del futbolista, del técnico Menotti y la forma en cómo se maneja el cuerpo técnico en estos casos apuntalan esta opción. Es decir, por más que el médico auriazul lo dio prácticamente por descartado, aún tiene chances. El estado de Daniel Quinteros iba a ser el interrogante en la práctica de fútbol de ayer (ver aparte) pero al observarlo entrenar sin problemas, rápidamente el tema quedó relegado a segundo plano cuando se supo que Figueroa no había practicado y más aún, cuando se dio la lista de los 19 concentrados y Lucho no estaba, y en cambio sí se encontraba Pablo Sánchez, quien debió ser ayudado a salir de la cancha por un esguince de tobillo (ver aparte). Figueroa llegó al predio que está al lado del autódromo, se reunió con el doctor Horacio Leali y este le diagnosticó anginas, con inflamación de faringe y amígdalas como suele ocurrir en esos casos. Y lo mandó de vuelta a casa para reposar. Casos como el de Figueroa hubo y habrá a montones en el fútbol, y en algunos han podido jugar y en otros no. Depende de muchos factores, y uno de ellos es el de la medicación a la que el jugador no puede acceder con tan poca antelación al partido porque puede contener sustancias prohibidas y atentaría contra una rápida recuperación. Pero más allá de esa especulación, el médico fue casi concluyente sobre las chances de jugar de Figueroa, al afirmar que el cuadro recién está evolucionando y que por eso mismo no fue citado a concentrar. Pero luego Menotti anunció que no está descartado porque confía en su juventud y fortaleza para revertir la situación. Y cuando por la noche fue consultado el jugador, las chances crecieron, ya que dijo no sentirse tan mal y expresó sus deseos de estar en la cancha. Este último punto no es un dato menor. Este cuerpo técnico tiene como premisa respetar la palabra del jugador ante todo y si este manifiesta estar en condiciones es un hecho (hasta ahora al menos) de que podría jugar. Ya pasó con el propio Figueroa cuando se notaba mucho que al delantero le molestaba muchísimo un tobillo, o con Castellano, al que en el clásico se lo infiltró, así que no sería una sorpresa que primero esté la palabra del futbolista a la del especialista médico. Ayer César Delgado reemplazó a Figueroa y va a ser el titular en caso de que este no juegue. Y De Bruno sigue en el equipo pese a que Menotti probó el jueves con Arriola. El equipo iría entonces con Castellano; Ferrari, Talamonti, Díaz y Rivarola; Marcelo y Daniel Quinteros, Pino y De Bruno; Figueroa o Delgado y Mandra. Hoy el plantel entrenará por la tarde en Palos Verdes. Allí tal vez se sepa si Figueroa estará finalmente o no.
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