Atilio Pravisani / La Capital
Santa Fe. - Durante más de dos horas y media en el Palacio de Tribunales, el sacerdote Jorge Montini ratificó y exhibió a través de una voluminosa y calificada documentación ante el juez de Instrucción Eduardo Giovannini, todo lo sucedido durante las vacaciones en Calamuchita en 1992, que provocó la investigación vaticana en 1994 y estalló en el actual escándalo en torno a la actividad sexual del arzobispo santafesino Edgardo Storni. Montini, ex titular del seminario durante ese verano del 92, prestó declaración testimonial ayer y se convirtió en una de las piezas más importantes del rompecabezas que está armando el magistrado, si se tiene en cuenta que las denuncias de ese sacerdote fueron uno de los ejes que concluyeron en la investigación que dos años después llevó adelante monseñor José María Arancibia. El sacerdote se presentó en la audiencia con documentación entre la que se pudo observar copias de denuncias realizadas por los seminaristas que habrían sido víctimas de los acosos sexuales de monseñor Storni, debiéndose recordar que los mismos habían sido incorporados a la investigación realizada por el arzobispo de Mendoza y que fuera remitida al Vaticano. El actual cura de San Jorge no habló más allá de una declaración leída por él mismo, pero una sola frase de ese documento certifica que durante la declaración hizo una minuciosa reconstrucción de lo sucedido y aportó documentación de mucho valor para la investigación. "Quien les habla no ha dejado de actuar cuando debió hacerlo", afirma Montini para dejar en claro que sí en cambio lo hizo en 1992, pero que en "estos días prefirió callar ante los medios de comunicación lo que no podía ser dicho de cualquier manera y en cualquier lugar, ya que al referirse la investigación a actos privados no se pueden tratar sino con discreción y con justicia". Y como para que no queden dudas, el sacerdote sostiene que la "búsqueda y el servicio de la verdad y la justicia" lo han llevado a decisiones comprometidas hace más de una década, con consecuencias nada fáciles de asumir y sobrellevar". Hay que tener en cuenta que en ese seminario un gran número de aspirantes a sacerdotes eran menores de edad, precisamente uno de los graves inconvenientes con los que puede tropezar la investigación si se tiene en cuenta que se necesita la existencia de la denuncia del afectado para que el delito tenga carácter de acción pública. Montini, que se mostró sereno, advirtió que el "silencio no siempre manifiesta complicidad, no siempre el que calla otorga. Muchas veces el que calla espera y el que espera calla", señalando que "el silencio de muchos de nosotros no quiere ser sino expresión de misericordia y de paciencia, de mansedumbre y de humildad, de reparación y de arrepentimiento, de fe y de esperanza". Por otra parte, fuentes tribunalicias confirmaron que en las primeras horas de hoy el juez Julio César Costa tomará declaración al padre Edgard Stoffel, en la causa contra coacciones al cura José Guntern. En la víspera se conoció que el padre Sergio Capocetti será citado por el mismo juez para que brinde su testimonio en la causa abierta por presunta malversación de fondos y administración infiel que habría tenido lugar durante las colectas "Más por Menos", realizadas entre 1991 y 1999 en la diócesis de Santa Fe.
| |