Un joven de 18 años murió en los primeros minutos de ayer después de haber sido baleado a quemarropa por dos hombres, en la zona oeste de la ciudad. El episodio tuvo características de una venganza, ya que los homicidas se dirigieron a la casa de la víctima con el único fin de consumar el crimen. El joven asesinado, Carlos Alejandro Barrios, tenía 18 años y era oriundo de la localidad chaqueña de Santa Silvina, de donde llegó con sus padres y su hermana. Desde hacía tres meses, vivía con su pareja, Carolina Martínez, de su misma edad, en una casa de bloques de cemento asentada en medio de la villa miseria de Pasco al 5000. A las 22 del jueves, dos muchachos atravesaron el pasillo central del asentamiento y llamaron a la puerta de la vivienda. "Preguntaron si acá vivía Carlos Barrios. Carlos los miró un momento y después se identificó. Entonces uno de ellos sacó una escopeta de doble caño y se la dio al que estaba delante, que tomó el arma y disparó", explicó Carolina Martínez. Barrios se desplomó malherido al suelo, con un balazo en el abdomen. Los agresores -"uno morocho con el pelo tipo pirinchito y el otro con una gorra roja"- escaparon a la carrera, sin que ningún vecino pudiera ver hacia dónde se dirigían. El joven fue trasladado en una ambulancia del Sies al Heca, donde falleció cerca de la 1 de ayer, cuando lo estaban operado. Su padre, Miguel Alejandro Barrios, de 44 años, es cartonero y al ocurrir el suceso estaba en la iglesia evangélica Todos Unidos de 27 de Febrero y avenida Perón. Tanto Martínez como Miguel Barrios afirmaron ignorar los motivos del asesinato. "Mi hijo nunca tuvo problemas con la policía ni con los vecinos", afirmó el hombre. Sin embargo, una fuente policial aseguró que Barrios tenía antecedentes por robos a mano armada desde que era menor de edad. Además habría estado detenido en el Instituto de Recuperación del Adolescente. La policía cree que el episodio fue una venganza. En este sentido, trascendió que el jueves a la mañana Carlos Barrios visitó a una tía que vive en una villa miseria de La Paz y Gutenberg. El joven le preguntó a la mujer, identificada como Marta Herrera, "si podía quedarse allí porque había tenido problemas con unos tipos", indicó la fuente policial. Sin embargo, al mediodía decidió regresar a su casa, acompañado por Carolina Martínez y con un brazo enyesado porque, según dijo, se había caído. Además, Herrera dijo a la policía que unos meses atrás Barrios había sido baleado en el pecho, en circunstancias que no precisó.
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