Capitán Bermúdez. - El candidato más votado en las últimas elecciones de octubre pasado fue Sebastián Salcedo. Con 63 años, casado y con cuatro hijos, es un ex sindicalista jabonero que se quedó sin gremio cuando la otrora esplendorosa Colpal cerró sus puertas a mediados de la década del 90. Aunque siempre militó en el PSP, las preferencias internas del aparato partidario se inclinaron por otras figuras. Actualmente ocupa una banca por el radicalismo y será uno de sus candidatos para el 15 de septiembre (el otro será el intendente interino Fabián Varela). -¿Dónde se ubicaría hoy usted en el espectro político bermudense, más allá de su candidatura radical? -Siempre digo que nací y moriré socialista. Nadie puede decretar que no lo sea, aunque por algunos factores coyunturales de desentendimiento me veo obligado a participar en otro lado, en este caso la UCR, que me dio lugar. -¿Cómo es su relación con el intendente rosarino Hermes Binner? -Humanamente es buena, no estoy peleado con él. A nivel partidario, más que con Binner, me enfrenté con otros dirigentes como (Eduardo) Di Pollina, que eligieron en el 99 a otro candidato para que los represente dentro de la Alianza y ni siquiera permitieron a nuestro sector inscribir un sublema para competir internamente; eso es algo que no entenderemos nunca. Fui uno de los primeros en trabajar por el PSP en Capitán Bermúdez y eso no me lo puede discutir nadie. Pero en la política argentina tenemos que comprender que hay que respetar el disenso y a los que no piensan como nosotros. -¿Siente que esta vez el aparato está del lado de Varela? -Cuando juego lo hago para ganar, y confío mucho en la gente que me votó en 2001. Espero que esto sirva para aclarar que la gente puede votar aun sin aparato. Me tengo mucha confianza, jamás le mentí a la gente, las promesas que hago son muy simples y eso le da seguridad a quien me confía el voto. Mi prédica siempre estuvo orientada a traer la paz social a la ciudad y esto de alguna manera se consiguió. -Usted dijo que debían renunciar todos y no volver a presentarse. Pero no renunció y hoy es nuevamente candidato. -Eso se malinterpreta a cada rato. Fue un respuesta para redoblar la apuesta de los ediles que presionaban permanentemente con su renuncia al Concejo (se refiere a una de las tantas disputas entre ediles oficialistas y opositores ocurridas este año) y ninguno se acercó. Y lo proponía yo, que era quien más votos tenía. Son los mismos que en una actitud cobarde apostaron a la intervención a la hora de votar. -¿Si le tocara un conflicto tan prolongado con los municipales como el que tuvo que enfrentar el anterior intendente, Gerardo Carlucci, qué haría? -Yo fui durante 23 años dirigente gremial. Acá se vienen conflictos muy grandes, a nivel nacional, pero estoy convencido de que si los conflictos no se politizan se solucionan.
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