Año CXXXV
 Nº 49.594
Rosario,
sábado  07 de
septiembre de 2002
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"La vinculación del Inta con las empresas me parece importante"
El Inta trabaja en un nuevo proyecto de desarrollo rural
El presidente del organismo, Carlos Vuegen, destacó las ventajas de recuperar la autarquía

Sandra Cicaré / La Capital

Los intereses de un país y los de su sector privado deben estar en la misma línea", señaló Carlos Vuegen, actual titular del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) al reconocer la importancia de los sistemas de vinculación de organismos públicos con empresas, una tendencia que se afianza, fundamentalmente en el campo de la biotecnología.
Vuegen, que llegó al frente del organismo después de una larga experiencia de más de siete años como miembro del consejo directivo del organismo en representación de la Federación Agraria Argentina (FAA), se mostró satisfecho por la recuperación de la autarquía del Inta, lo que a su juicio le permitirá "disponer de los recursos en tiempo y forma".
-¿En qué beneficia al Inta la autarquía?
-Significa recuperar una herramienta con la cual nació el organismo en 1956. Nos va a permitir tener recaudación propia y disponibilidad del dinero en tiempo y forma, lo que es importante porque cuando se investiga sobre la cuestión biológica los tiempos no pueden esperar. De todos modos, la autarquía no significa necesariamente mayor presupuesto. Lo más importante es que nos permite un mejor manejo del recurso humano ya que desde hace muchos años con el congelamiento de vacantes no se podía incorporar personal. Esto implica que hoy la planta tiene como edad promedio más de 50 años. Creo que un investigador en esa edad está en la plenitud de su capacidad profesional pero nos estaba faltando la persona de 30/35 años que viene formándose atrás de este investigador y que en el futuro continuará su trabajo.
-¿Qué presupuesto van a tener?
-Antes de que saliera la autarquía estábamos elevando una propuesta de presupuesto del orden de los 130 millones de pesos para el año que viene. Está dentro de lo lógico, es una propuesta modesta y acorde a lo que necesitamos. Pensamos que la recaudación puede estar en el orden de los 155 millones de pesos, pero como esto está dependiendo de las importaciones tenemos que ir viendo como éstas van desarrollándose.
-¿Qué piensa del desarrollo de biotecnología a través de acuerdos entre organismos públicos y empresas privadas?
-El Inta ha tenido desde hace muchos años relación y convenios con el sector privado desde vinculación tecnológica a asistencia técnica con el sector privado. Con estos acuerdos normalmente la empresa pagaba un canon anual para cubrir los gastos de investigación, después disponía de la variedad para poder comercializarla en forma exclusiva y sobre esa venta le pagaba al Inta un royalty que el organismo reinvertía en más investigación. Entonces cumplíamos dos objetivos: teníamos investigación que podía estar rápido en el mercado y recursos que retroalimentaban la investigación. Es muy importante que los intereses de un país y los de su sector privado estén en la misma línea.
-¿Cree que el desarrollo de biotecnología nacional es factible?
-Cuando se habla de biotecnología la mayoría piensa en transgénicos y no todo es eso. El Inta, por ejemplo, desarrolló marcadores moleculares que permiten avances en el fitomejoramiento clásico. Creo que es importante que un país pueda diponer de equipos propios de investigación. En este sentido, estamos afianzando la relación con el Conicet para tener masa crítica de investigación .
-Está trabajando en un proyecto de desarrollo rural.
-Es un proyecto federal que en sus contenidos estarían comprendidos los estamentos que el Inta viene trabajando históricamente: la franja de Cambio Rural, siempre pensando en una segunda etapa de este programa, probablemente más ligado a tranqueras afuera, a gestión, comercialización, incorproación de valor; un estamento que es la franja intermedia entre Cambio Rural y Minifundios. Esto se pude poner en marcha de dos maneras. Una en su expresión máxima, que requiere 40 millones de pesos anuales para poder poner 5.000 profesionales en todo el país. La otra es realineando todos los programas que tenemos en extensión.
-¿Cómo marcha el Prohuerta?
-Prohuerta es un programa que cada vez tiene mayor demanda por la propia situación social que se vive. Estamos en más de 2,8 millones de personas atendidas por el programa. Tuvimos dificultades porque cayó la recaudación de Lotería Nacional, que es la fuente de financiamiento del programa. Pero como desde Desarrollo Social al programa se le da alta prioridad, se está a la búsqueda de financiamiento.


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